Tengo lunares y manchas

LUNAR ES es la denominación vulgar de lo que en dermatología llamamos nevus, que es una proliferación benigna de melanocitos, las células que dan color a la piel. El principal objetivo de un dermatólogo cuando observa una lesión pigmentada es diferenciar si se trata de una lesión benigna o maligna, y entre las lesiones malignas el principal objetivo es diagnosticar y tratar precozmente el melanoma. En pleno siglo XXI, el melanoma sigue siendo un tipo de cáncer de piel muy agresivo, que desde sus etapas más precoces puede ser visible al ojo humano, sin embargo, en muchos casos sigue sin diagnosticarse en estadios iniciales. La única arma que tenemos para curar el melanoma es el diagnóstico precoz. Si el melanoma se detecta precozmente tiene cura.

Actualmente los dermatólogos utilizamos para la observación de las lesiones de la piel, y especialmente para los lunares la dermatoscopia, una técnica no invasiva que aumenta la precisión diagnóstica de las lesiones cutáneas en comparación con la visión humana. La utilizamos para el seguimiento de las lesiones pigmentadas y para el diagnóstico precoz del melanoma y otros tipos de cáncer de piel. Sumando la dermatoscopia al examen clínico mejoramos significativamente nuestra precisión diagnóstica.

¿Qué es un dermatoscopio y qué hace?

El dermatoscopio clásico es un sencillo instrumento de pequeño tamaño con una lente que nos permite la visualización de estructuras de la piel que no pueden ser observadas a simple vista. Permite detectar la mayoría de las lesiones sospechosas y de esta manera evitamos extirpaciones y biopsias innecesarias de lesiones benignas. Permite hacer controles de las lesiones pigmentadas y de este modo podemos detectar cambios mínimos sugestivos de malignización. Es muy útil en localizaciones como son la cara, las palmas, plantas o las uñas en donde es especialmente dificultoso discernir una lesión benigna de otra maligna. Como cualquier otra técnica diagnóstica, debe siempre evaluarse en el contexto clínico junto con la historia clínica del paciente y la exploración física.

¿Qué personas son más propensas a desarrollar un cáncer de piel?

-Personas con piel, ojos o pelo claro.

-Si tienen lunares atípicos.

-Si tienen muchos lunares, en una cantidad superior a 40.

-Si tienen lunares de nacimiento.

-Tener antececentes familiares de lunares atípicos, de melanoma o de ambas cosas.

-Haber sufrido quemaduras por el sol, especialmente si se han producido en la infancia, pues el efecto de la radiación solar es acumulativo.

-Haber estado expuesto muchas horas a rayos ultravioleta (sol, rayos Uva), aunque tenga la piel bronceada.

¿Cuándo debo de consular por un lunar?

Lo más sencillo es seguir la regla ABCDE:

A: si aumenta de tamaño

B: observar los bordes. Consultar si los bordes son irregulares.

C: observar cambios de color. Si el lunar presenta más de dos colores se debe consultar.

D: diámetro. Generalmente consultar las lesiones mayores de 5 milímetros, aunque como hemos comentado anteriormente, hoy en día nuestro objetivo es diagnosticar melanomas en estadios muy precoces. Con ayuda del dermatoscopio podemos detectar melanomas de pocos milímetros de diámetro.

E: ver la evolución de la lesión. Si ha cambiado es necesario consultar.

¿Con que frecuencia debo de acudir al dermatólogo para revisar los lunares?

Los personas con múltiples lunares, lesiones pigmentadas de reciente aparición o que han cambiado de aspecto, con antecedentes familiares de melanoma, con fototipo 1 (rubios, pelirrojos , con ojos claros, que nunca se broncean y siempre se queman), deberían de acudir a revisión al menos una vez al año. En algunos casos, dependiendo de cada caso particular, el dermatólogo puede recomendar revisiones más frecuentes.

¿Todas las lesiones pigmentadas son del tipo de los lunares?

No. Existen muchas lesiones cutáneas benignas y malignas que tienen pigmento y pueden confundirse con un melanoma, como por ejemplo los carcinomas basocelulares, queratosis seborreicas, lentigos solares, dermatofibromas y algunas lesiones vasculares. En todos estos casos el examen con dermatoscopio es de enorme utilidad para realizar un diagnóstico y tratamiento correcto.

¿Todos los lunares en palmas de las manos y plantas de los pies se deben de extirpar?

No. Cada vez tendemos a extirpar menos lunares en estas localizaciones porque la dermatoscopia nos ayuda a discernir las lesiones sospechosas y así evitar la realización de biopsias y extirpaciones innecesarias, que son especialmente dolorosas en estas localizaciones.

¿Qué debemos de hacer con los nevus congénitos?

Los lunares congénitos o «de nacimiento» necesitan de un seguimiento para identificar cambios que nos indiquen si es necesaria una biopsia o una escisión total de la lesión. El conocimiento de las características dermatoscópicas de los lunares congénitos ayuda al dermatólogo en el seguimiento de estas lesiones. Esto es especialmente importante porque se trata de niños, evitando cada vez más la extirpación de estas lesiones en edades muy tempranas.

¿Y las llamadas manchas de la edad?

Las manchas pigmentadas en áreas expuestas al sol como la cara, escote y dorso de manos son una consulta muy frecuente en centros de estética. La mayoría de ellas corresponden a lentigos solares, que son lesiones benignas. Sin embargo, algunas pueden corresponder a un melanoma inicial. Por esto, es imprescindible que antes de someterse a cualquier tratamiento estético para la eliminación de estas manchas sean valoradas previamente por un dermatólogo.

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