Unas 500 personas disfrutaron ayer de una nueva edición de Son d’Aldea, un evento que transformó la parroquia de Albá, en Palas de Rei, en una aldea tradicional gallega de la primera mitad del siglo XX.
Un año más, la atracción recayó sobre una ruta teatral en la que intervinieron alrededor de un centenar de personas, que recrearon los oficios tradicionales y las costumbres típicas de un día de feria de hace 50 años.
La ruta estaba formada por ocho escenarios diferentes, cada uno dedicado a una escena en concreto del día de feria representado: ‘A feira do sete’, ‘A devesa’, ‘O paseo das mozas’, ‘Os moinantes’, ‘Estar na villarda’, ‘A resistencia’ (donde se encontraba un bandolero), ‘O asalto’ e ‘O apeadeiro’.
