Un zorro causó ayer expectación en la playa ribadense de As Catedrais, principalmente al mediodía, cuando el animal llegó al monumento natural y asustó a turistas y visitantes. Al verse entre tanto bullicio, el cánido se cayó del acantilado a la playa, pero rápidamente subió a esconderse a una cueva en las rocas, donde permaneció, al menos, hasta la media noche.
Efectivos del Grumir y de la policía local, además de los socorristas del arenal, aseguraron la zona para evitar ataques del animal a los visitantes y llamaron a los agentes del Seprona aunque la subida de la marea, por la tarde, evitó mayores problemas.
Además, a las 12.16 horas, se produjo una salida de vía de un turismo en Celeiro, a la altura del concesionario Renault. Los ocupantes del vehículo eran padre e hijo, y éste último era quien pilotaba el coche. Ambos fueron asistidos por el 061, la Guardia Civil y Protección Civil de Viveiro. El conductor resultó herido leve, pero fue trasladado al hospital para una revisión.
