Susana Fialho Mota: "Lo de ser actriz me viene de Sarria, de crecer rodeada de tanta cultura"

Esta actriz sarriana ha vivido en Madrid, Barcelona o París, pero reconoce que volver a la villa en la que creció es un bálsamo para lo que más le gusta, crear. Forjó su vocación de actriz respirando la amplia cultura de Sarria. Ahora comparte, con dos amigas, la preparación de una obra de teatro
Susana Fialho Mota, en Crearte
photo_camera Susana Fialho Mota, en Crearte

HACE VEINTE AÑOS que la actriz sarriana Susana Fialho Mota dejó la villa para poner a prueba su talento en las grandes ciudades europeas. La asociación Crearte aprovechó una visita a su lugar de origen para organizar un curso de teatro y terapia.

¿Qué supone para usted volver a Sarria?

Me cura el alma. Siempre que vengo aquí, que es mi pueblo, es un bálsamo, he estado en ciudades como Madrid, Barcelona, París, Londres o Nueva York. Es difícil crear con serenidad en esas ciudades, creas poniéndote a prueba, en competición. Aquí llego, y creo, y no tengo la sensación de estar creando, es una paz indescriptible. Lo que siento en Sarria y con mi gente no lo voy a sentir en ningún lado del mundo.

Se diplomó en el Laboratorio de Teatro de William Layton.

Sí. Hace ya tiempo que terminé la Escuela de Arte Dramático, una escuela privada de método, el método que yo trabajo y comparto. Yo he desarrollado el mío, con mi visión de las cosas, gracias a mi formación. He estudiado neuropsicología, psicoanálisis, terapia... Entonces, he desarrollado un método con una influencia muy potente de William Layton, que fue mi maestro en la Escuela de Arte de Madrid, pero después hay todo un mundo, un metamundo que yo he creado con todo esto.

Hace años decía que se centraba en el cine y no en la televisión. ¿Ha cambiado de opinión?

He trabajado en las series Cuenta Atrás, Ángel o Demonio, Centro Médico y he hecho mucha, mucha publicidad. Como empecé muy joven en esto, hace ya veinte años, era una loca del cine, estaba obsesionada con el cine. Con los años fui descubriendo que lo realmente importante es expresarse, actuar, da igual en el lugar en el que estés, sea teatro, cine, televisión.

Entonces es igual interpretar en teatro, cine o televisión...

El teatro tiene la esencia pura de estar aquí y ahora. Sientes al espectador, están ahí sentados, sientes su respiración, el silencio, las risas. Es una energía inigualable.

¿Es complicado elegir entre teatro, cine y televisión?

No puedo elegir, pero si lo tengo que hacer me quedo con el teatro. Es la esencia, la base de un actor y es donde tienes al público cara a cara, la adrenalina de antes de salir al escenario. El cine es espera y espera para los actores. Lo bonito se saborea cuando llegas al estreno y ves la sala del cine. El teatro se disfruta según se abre el telón. El teatro es presente, inmediatez.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar en el cine?

Trabajé en 2010 en El Cónsul de Sodoma sobre el poeta Gil de Biedma. Siempre he trabajado en películas de contexto histórico. La primera fue con Albert Boadella en Barcelona, sobre los últimos años de Franco, y yo representaba la fantasía de que los campesinos estaban muy felices.

¿Tiene algún proyecto a corto plazo?

Estoy montando una obra de teatro en Madrid, con dos amigas actrices, que nos conocemos desde hace 16 años. Es un proyecto nuevo, empecé escribiéndola yo y la he compartido con ellas. A día de hoy estamos escribiendo las tres y queremos sacarla adelante buscando financiación, patrocinadores y con ese deseo de subirla a teatros buenos y bonitos, que en Madrid los hay preciosos.

Le gusta escribir, ¿verdad?

Sí, escribo mucho. Escribo guiones para cortometrajes de cine, escribo obras de teatro, poesía y hasta escribo sobre vino. Me gusta ponerme y es algo que me sale. Dentro de los objetivos de este año, junto a levantar la obra de teatro que estamos preparando, está el de publicar mis poemas.

¿Existe la posibilidad de una novela a largo plazo?

Mi familia es portuguesa, pero ha vivido en África, ha vivido una guerra, tuvieron que volverse a Portugal y de allí a Galicia. Toda una historia colonial que contar. Uno de mis objetivos, cuando uno piensa qué quiere hacer de mayor, es este. Tengo el boceto de esta novela. Llegará su momento, sé que me haré mayor escribiendo narrativas.

¿Lo de actriz le viene de familia?

¡Me viene de Sarria! De familia nada, soy la única actriz, la única artista. Me viene de la energía de Sarria, de estar rodeada de música, literatura, de cine.

¿Un sueño para la villa?

Un cine. Con 16 años me fui de Sarria cuando cerraron los cines Cissa, que los convirtieron en un supermercado. Me deprimí tanto que me cogí un tren y me fui lo más lejos posible, que en España era Barcelona. Me da pena que Sarria no tenga un cine. Yo recuerdo colarme con mi mantita en los cines Cissa y venir el acomodador con la linterna para sentarse a mi lado y comentar la película. Aquel señor era un personaje.

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