El consejo de administración de la Sociedad Urbanística Provincial de Lugo (Suplusa), que preside el vicepresidente de la Diputación, el socialista Manuel Martínez, iniciará los trámites para reclamar a siete concellos los algo más de 1,5 millones que acumulan de deuda por las residencias de mayores.
Según el convenio firmado en 2010 para la construcción de esta red de geriátricos, los ayuntamientos en los que se ejecutarían las obras debían aportar, además del terreno, el 14% del total del presupuesto de la inversión, teniendo de plazo para hacerlo hasta el año 2015. Sin embargo a día de hoy, la mayoría de estos concellos no ha satisfecho su deuda, por lo que el consejo de administración de Suplusa, reunido el lunes, aprobó una propuesta para que esta liquidación se haga efectiva.
Para reclamar estas cantidades, Suplusa enviará una carta a cada uno de estos ayuntamientos para informarles de la deuda que tienen contraída y, además, se les ofrecerá un plan de pago a 10 años para poder satisfacerla.
La propuesta no fue acogida de igual modo por todos los consejeros. En concreto, el alcalde de Pol, Lino Rodríguez, se desmarcó de todos sus compañeros de partido y de los demás miembros que componen el consejo, que votaron a favor, mientras que él lo hizo en contra. Al parecer, su disconformidad tenía que ver con los intereses que se le aplicarían en caso de aplazar la deuda, lo que no estaría dispuesto a asumir.
La actitud del regidor polense provocó un rifirrafe con Manuel Martínez, con cruce de acusaciones y reproches mutuos entre ambos compañeros socialistas.
Precisamente, según ha podido saber este diario, el Ayuntamiento de Pol es uno de los que acumula una mayor deuda con Suplusa, en concreto 303.587 euros. Los otros concellos deudores son Pedrafita do Cebreiro (133.333 euros), Ribas de Sil (200.000), Navia de Suarna (307.723), Guitiriz (200.000), Meira (200.000) y A Fonsagrada (210.000). A día de hoy, únicamente los concellos de Castroverde y Trabada tienen saldada en su totalidad su deuda con Suplusa.
La incógnita ahora es saber qué pasará con la residencia de Pol, una de las más avanzadas y de las que primero podría abrir sus puertas, si el gobierno local se niega a pagar su deuda.
Este medio se puso en contacto ayer con Lino Rodríguez para intentar aclarar este extremo, pero rehusó hacer ningún tipo de declaración al respecto.
