Dos hombres con iniciales J.G.E. y O.U.F., de 53 y 31 años de edad, respectivamente, se sentaron ayer en el banquillo de los acusados del Penal número 1 de Lugo por liarse a puñetazos en Cospeito. Los acusados -que habían sido suegro y yerno antes de producirse la pelea- se perdonaron mutuamente y no quisieron declarar en el juicio. Sin embargo, el ministerio público solicitó igualmente para J.G.E. una multa de 180 euros y para O.U.F., otra de 360 euros.
Según se recoge en el escrito de la acusación pública, sobre las doce de la mañana del 9 de octubre de 2010, los acusados se encontraban en el exterior de la vivienda de O.U.F -que llevaba cuatro meses divorciado de su esposa- para realizar el intercambio de su hija, que es la nieta del otro acusado.
En ese momento, los dos hombres iniciaron una discusión que acabó en una pelea a puñetazos en la que ambos se agredieron mutuamente.
Como consecuencia del enfrentamiento, J.G.E. sufrió varias erosiones y un corte en el labio, por lo que tuvo que recibir dos puntos de sutura. El otro imputado, por su parte, también resultó herido y tardó diez días en recuperarse.
El escrito del fiscal explica que ambas partes se perdonaron mutuamente y renunciaron a cualquier indemnización que pudiera corresponderles. De hecho, durante la vista oral celebrada en la mañana de ayer, tampoco prestaron declaración los testigos de la trifulca.
