El alcalde de Ribadeo, Fernando Suarez Barcia, criticó ayer enérgicamente las obras del puente de Arante, unos trabajos que aún no se han terminado, más de un año después de que una riada causara los destrozos que ahora siguen sin arreglarse.
El regidor ribadense expresó por boca propia el sentimiento de los ciudadanos de Arante, que se encuentran «doentes e indignados porque un día se abre a ponte e outro se pecha, esta noite estivo cortada ao tráfico cunha pala excavadora, máquina que agora se retirou pola mañá».
Suarez Barcia tildó esta situación de «auténtica zarapallada» definiendo a las obras como más propias de los años cuarenta que de la época actual, remarcando la descoordinación existente al abrir y cerrar al tráfico según convenga un tramo sin rematar. Además ha aprovechado para referirse al «pasotismo» de la Diputación de Lugo y la situación de indignación e indefensión en que se encuentran los vecinos al no encontrar una solución al problema que les lleva preocupando desde hace un año, algo que el alcalde nacionalista considera «intolerable».
De la misma manera remarcó la escasez de material y personal en los trabajos, ya que «non poden estar moitos meses traballando dúas persoas cun chimpín, cun carretillo, persoas que traballan nunha semana dous días, van e veñen, e agora mesmo tan levando a pala excavadora ata que volte dentro duns días» y ha añadido que aunque a veces el Concello puede que no haga cosas bien, «ten unha eficiencia moitísimo mellor que a Diputación Provincial».
Las obras del puente de Arante siguen sin estar terminadas de forma adecuada, cuando la riada que lo azotó sucedió en junio de 2010. Además esta época estival es, según afirma el regidor de la villa ribadense, la mejor para rematar las obras «agora que non chove» por lo que cree que desde la Diputación de Lugo se le está faltando el respeto a Arante y a todas las parroquias que necesitan el uso del puente para sus quehaceres diarios.
