Su punto de apoyo laboral y personal

Nerea Barros lleva casi 20 años entregada al mundo de la interpretación, desde que era una adolescente. Cine y, sobre todo, mucho teatro han llenado estos años de trabajo, pero ha sido en los últimos meses, con la reciente emisión en televisión de la serie ‘El tiempo entre costuras’, basada en el ‘best-seller’ del mismo título, cuando ha alcanzado sus mayores cotas de popularidad entre el gran público. La actriz gallega de raíces pontevedresas interpretaba en la serie a una secretaria que había vivido con su jefe una historia de amor no correspondido. Nada que ver con la otra historia, la de su vida, que comparte desde hace más de dos años con otro rostro conocido de la televisión, el presentador y monologuista Juan Ibáñez, que en la actualidad trabaja en el programa de Antena 3 ‘El hormiguero’.

Aunque se mueven en ambientes profesionales similares se conocieron en O Grove (Pontevedra) «un verano, de forma totalmente casual», como recuerda ella. Su historia de pareja arrancó despacio, «porque ninguno de los dos quería tener novio ni de lejos y, además, yo entonces vivía en Galicia y él en Madrid». Pero tras unos meses de idas y venidas por parte de ambos para arañar pequeños ratos juntos, «decidí irme definitivamente a Madrid, donde también tenía más posibilidades de trabajo. Desde entonces vivimos juntos y lo compartimos todo», añade. Nerea es categórica al hacer balance: la parte negativa apenas merece mención, y todo carga el plato de la balanza del lado positivo. Ni siquiera el doble filo de la fama de la que gozan ambos genera conflictos porque, dice, «a nivel laboral nos apoyamos mucho y es una ventaja estar en el mismo sector, porque nos permite evolucionar juntos como personas».

En la esfera privada tampoco se queda corta en halagos hacia su chico con el que, apunta, «los problemas de convivencia son mínimos porque es una relación muy pensada y meditada, no nos lanzamos sin más. Somos, además, grandes amigos y creo que los dos estamos siempre alerta para que nada malo, ningún sentimiento negativo, mine la relación».

UNA EXCUSA PARA LLEVAR A CABO UN BUEN PLAN

Nerea y Juan son de esas parejas que procuran celebrar su amor a diario, pero no le hacen ascos a organizar algún plan especial coincidiendo con la festividad de San Valentín. «Que el calendario diga que tal día es el de los enamorados es una excusa como otra cualquiera para disfrutar de algo bueno en pareja, de un plan especial». La actriz confiesa, no obstante, que dedican poco tiempo a la preparación de sus planes de San Valentín: «Disfrutamos de una cena romántica sin más y hay regalos por parte de Juan. Siempre le da por regalarme flores, o plantas, y al final yo nunca le compro nada».

Este año tendrán la suerte de pasarlo juntos y, además, coincidiendo con unos días de descanso. Y de una forma original: sobre la nieve y practicando un hobby que apasiona a ambos, el ‘snow’.

En la foto, Nerea Barros y Juan Ibáñez

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