Sospechan que el joven de Castro no verificó la recámara de la pistola con que se disparó

La pistola con la que se disparó un joven de Pol (Lugo) en la medianoche del pasado sábado en un coche en Castro de Ribeiras de Lea (Castro de Rei) no tenía cargador pero contenía una bala en la recámara. Según fuentes de la investigación, al parecer el joven sacó el cargador de la pistola pero no verificó que tenía una bala en la recámara antes de dispararse en la cabeza.

Adrián Díaz Fernández, de 19 años y procedente de Pol, falleció en la madrugada del sábado al domingo de un disparo en la cabeza, en las inmediaciones de un céntrico bar en Castro de Ribeiras de Lea. Fuentes de la investigación barajan varias hipótesis. Aseguran que "están todas las hipótesis abiertas". Y es que, además de la del suicidio, se baraja que Adrián Díaz intentara realizar una broma al sacar la pistola. Así, estas fuentes suponen que el joven sacó el cargador y pensó que no había esa bala en la recámara.

La pistola es del calibre 22 y tiene número de serie, pero no aparece a nombre de nadie, por lo que su procedencia es uno de los ejes de los investigadores. También se indaga si el joven estaba o no bajo los efectos de alguna sustancia; en este sentido, será decisivo el informe de la autopsia, que aún no ha llegado.

Este martes, la Guardia Civil toma declaración a tres de los jóvenes que acompañaban a Adrián Díaz en el momento en que se produjo el suceso, al parecer dentro del coche en el que se encontraba.

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