Sintonía

Las imágenes y la rueda de prensa del encuentro de Mariano Rajoy y Angela Merkel expresan mutua simpatía. Rajoy reflejaba en su lenguaje corporal satisfacción por el encuentro. Lógico, estaba con la primera dama de Europa. La canciller alemana miraba a Rajoy en esas imágenes con clara expresión de simpatía. No hay grandes diferencias en lo ideológico entre uno y otro. En el plano personal y político, austeridad y seriedad pertenecen al ideario, lenguaje y práctica de ambos. El acceso fácil, llámese sintonía, del presidente español a la canciller alemana será bueno para que este país tenga un nivel de reconocimiento en la primera línea de decisión europea; el necesario regreso al núcleo central de la UE por autoestima y por economía. El peso político y de poder de la señora Merkel dentro de la Unión es una evidencia y hasta una consecuencia de lo que representa la economía de Alemania. Pero, al lado de las bondades del ideario Merkel, hay más que algunas dudas sobre las consecuencias de los criterios unidireccionales de la canciller alemana para que la economía española y la europea conozcan el crecimiento, para que la recesión no sea el presente inmediato para España y la amenaza próxima sobre Alemania.

POLÍTICA Y CULPABILIDAD

La declaración para Camps y Costa de judicialmente no culpables no debería traducirse por una absolución política, por una inocencia, que los pudiera restituir de inmediato en puestos de primera responsabilidad. Es lógica la alegría de los dos políticos declarados no culpables por un jurado popular y es comprensible la satisfacción de los populares por este desenlace del caso de los trajes y otros regalos. No puede olvidarse que el veredicto es el resultado de unos ajustados votos, cinco a cuatro, y que las conversaciones grabadas de los dos políticos y familiares con acusados de la trama Gürtel son concluyentes, cuando menos, de unas relaciones políticamente incorrectas.

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