LOS ALOJAMIENTOS para los sin techo acogieron el pasado año en Galicia una media diaria de algo más de mil personas. Para ser exactos, una media de 1.107 personas en absoluta indigencia diaria en Galicia.Uno de los lados dramáticos de la crisis, que no conviene ocultar aunque, para quienes creen que no lo nunca lo padecerán, suene a sensiblería. El lado bueno de la noticia, si tal mirada puede existir sobre este problema, es que aumentó la oferta de plazas, y desde 2008 de forma extraordinaria la demanda, para acoger a quienes carecen de un hogar, de recursos para un hospedaje o necesitan protección. Las plazas están orientadas generalmente hacia formas concretas de marginación social. El hecho de que se produzca una presencia muy significativa del voluntariado en la atención de estos servicios habla positivamente de la expresión de solidaridad. Los sin techo son una realidad más visible o más frecuente en las grandes concentraciones urbanas pero los datos que aportan organizaciones como Cáritas en el ámbito local y provincial hablan de que los problemas de carencia de lo fundamental crecen en núcleos de población menores, aunque sean menos visibles.
ASUMIR LA RESPONSABILIDAD
Rodríguez Zapatero, quizás porque se siente más libre al estar en retirada del poder, tuvo ayer un mensaje para los poderosos de la Unión Euroepa, sin citarlos. La Alemania de Merkel y la Francia de Sarkozy: «que asuman su responsabilidad». Si se hicieron y están haciendo los deberes será para algo, también reflexionó el presidente español. Es esa una expresión de la impotencia y del fracaso de la política frente a la tarea de los especuladores financieros. Los deberes que se aplican a los ciudadanos y a los estados no son la medicina que cure del problema de quienes ganan más con el aumento de la mala situación. A esto no se le puede llamar mercados. En todo caso, será perversión de los mercados.
