Sin horizonte

GALICIA CUMPLE objetivos de déficit público un año más. Es la noticia positiva de una semana de frío. La comunidad gallega es solvente por la práctica del rigor desde hace años y esto ha aminorado el impacto. El otro lado de la moneda es la constatación en cifras de que la actividad económica no solo no marcha, se contrae. El doble objetivo de una renta per cápita y un PIB en Galicia homologado a la media española se aleja con la crisis. Pescanova en preconcurso de acreedores pudiera ser la última señal de alerta en Galicia sobre una vía de afrontar la crisis que no hizo ni hace posible el acceso al crédito necesario por empresas viables y solventes. Una vía impuesta desde fuera que, más allá del cumplimiento de índices de ajustes, genera desempleo hasta el drama y está derribando los pilares económicos y sociales de lo que eran las estables sociedades occidentales. El funeral por las clases medias es inminente. El mensaje de Obama ante la cerrazón de los republicanos fue el viernes una voz clara frente a lo que abunda como dogma de austeridad por España y Europa. No puede sorprender que hasta un obispo castrense se indigne en el Portugal intervenido, califique de liquidadores del país a los gobernantes y lamente no poder manifestarse contra la troika, que aplica la medicina de los ajustes y recortes. La cita del obispo castrense portugués es oportuna para una una semana que informativamente miró a la plaza de San Pedro en Roma y que dominó un Benedicto XVI que ya se fue. Se abre la incógnita de la figura de su sucesor con grandes retos para conectar con la sociedad actual. Finalmente lo que se conoce como política española continúa con su guión fijo y repetitivo, dominado por el extesorero del PP Luis Bárcenas -es él quien lleva la iniciativa frente a los dirigentes del PP-. Continúa también una imagen de desmoronamiento en el PSOE, a lo que contribuye el activado problema histórico de Cataluña. No hay todavía horizonte primaveral sobre España.

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