ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO anunció ayer que la Xunta acometerá una reducción de las normas legales existentes para que Galicia se dote de un mapa normativo más claro y fácil de manejar. Es una vía necesaria y que deberían seguir otras administraciones. Hay inflación de instituciones dictando o aprobando normas. Hay inflación de normas y sin que ese número implique necesariamente mejoras para el administrado. Esa producción de normativas se realiza con frecuencia en las mismas materias. Es uno de los grandes indicadores de que los campos competenciales no están delimitados y, al tiempo, es una forma de autolegitimarse. Esos balances de producción legislativa, por número, de los parlamentos o los gobiernos nada redunda en beneficio del ciudadano ni en eficiencia. Aquí dictan normas, ordenanzas o leyes, concellos, diputaciones, comunidades autónomas, Gobierno central, Congreso y Senado, Comisión Europea, Parlamento Europeo. Entiéndase pues como modélica, que deberían seguir otras administraciones, esa iniciativa de la Xunta de Galicia para simplificar las normas de cara al administrado. (Ver página 32)
DONACIONES EN LUGO
La ciudad de Lugo presenta la tasa más alta de crecimiento de las donaciones de sangre en un año. El ratio de donantes por cada mil habitantes en la provincia continúa siendo el más bajo de Galicia: 30 frente a la media gallega de 41. Una explicación puede radicar en la pirámide de población, con una tasa de envejecimiento de los habitantes por encima de la media gallega. En 20 años las donaciones de sangre en Galicia aumentaron en un 66%, lo que habla claramente a favor de la labor desarrollada por el Centro de Transfusión de Galicia y por la política de sensibilización en este sentido. Habla obviamente de respuesta solidaria de la población.
