Silvaje dice que lo que falta en las iglesias no tenía valor o era inservible

El exsacerdote acusado de robar objetos sacros de Ribadeo y Trabada pide la absolución frente a los cuatro años y medio que le pide la Fiscalía
José Emilio Silvaje
photo_camera José Emilio Silvaje

El exsacerdore de varias parroquias de Ribadeo y Trabada José Emilio Silvaje Aparisi, al que se juzgará en la Audiencia Provincial por haberse presuntamente apropiados de diversos objetos sacros de las mismas presentó su escrito de defensa en el que trata de desmontar las acusaciones de la Fiscalía, que pide para él cuatro años y medio de prisión y una indemnización al Obispado por los objetos que faltan, y en el mismo reclama su absolución.

En líneas generales, Silvaje Aparisi basa su defensa en tres líneas argumentales casi calcadas para todos los casos, que son que los objetos que faltan o bien estaban totalmente inservibles por estar casi destruidos, o bien no tenían ningún tipo de valor o sostiene que nunca llegó a verlos.


En todo momento asegura que él mismo recogió los objetos y los envió a restaurar a diferentes lugares y posteriormente los repuso


En mayor o menor medida estes argumentos se repiten en casi todos los casos. Por ejemplo, mientras la Fiscalía le acusa de apropiarse de un San José, que luego apareció en una carretera de Lourenzá, y una casulla blanca en la iglesia de Sante, el acusado afirma que él mismo denunció el robo del santo y en cuanto a la casulla "solo recuerda algunas que fueron desechadas en labores de limpieza al ser nulo su valor artístico y/o histórico al datar de los años sesenta".

En A Devesa la Fiscalía le reclama dos cómodas que él transforma en "unas estanterías y una mesa carcomidas y sin valor que se partieron al intentar ser descolgadas para ser tratadas".

Fue muy polémico lo sucedido en Rinlo y se le acusa de que falta una imagen de San Francisco, otra de la Virgen del Carmen, dos misales antiguos, dos candelabros y una bandeja de plata. Él opone que "la imagen de San Francisco estaba (...) en un trastero muy deteriorada y carcomida" y al entender que no entendía valor se le entregó a Jaime de Orozco y Sánchez de Aguilera, un anticuario de Mondoñedo también acusado para el que se pide año y medio de prisión por un delito de receptación de objetos robados. En cuanto a la imagen de la Virgen y los candelabros, afirma que no llegó a verlos "y los misales fueron trasladados a Santalla para ser debidamente catalogados. La bandeja de plata fue objeto de restauración y entregada al Obispado".

También en Cedofeita se le reclaman un manto, una cruz o mobiliario. Afirma no haber visto nada de todo ello y otras cosas entregadas a las clarisas para su restauración. Idéntico argumento utiliza para los objetos que faltaron en Valboa o Vidal.

Además, hay una larga lista de objetos que sí tenía él y sí aparecieron en la práctica totalidad de las iglesias que regentó desde diciembre de 2008 hasta febrero de 2012. En todo momento asegura que él mismo los recogió y los envió a restaurar a diferentes lugares y posteriormente los repuso o bien los entregó directamente al Obispado.

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