"Si Ronni volviese a caer en ese pozo, me metería otra vez para salvarlo"

Mario Sopena fue rescatado en Outeiro de Rei tras pasar casi dos horas intentando sacar a su perro de un hoyo con agua y lodo
Mario Sopena mostrando este miércoles por la noche, tras dejar el hospital, una foto de Ronni, que también se salvó
photo_camera Mario Sopena mostrando este miércoles por la noche, tras dejar el hospital, una foto de Ronni, que también se salvó

"Si Ronni volviese a caer en el pozo no me lo pensaría, me metería otra vez para salvarlo. Lo haría hoy mismo". El catalán Mario Sopena, de 58 años, no se mostraba este miércoles arrepentido de haber luchado apenas un día antes casi dos horas, hasta el agotamiento y jugándose la vida, por liberar del agua y del fango a uno de sus dos perros, atrapado en un hoyo en Outeiro de Rei. Los medios de emergencia lograron rescatarlos.

Este percance con final feliz ocurrió en la tarde del martes en Matela, cuando Mario, que llegó hace unas semanas de Cataluña para buscar casa e instalarse en Lugo, paseaba a sus perros Ronni y Terry, a los que aloja de forma provisional en la residencia de animales Garatuxa, hasta que encuentre esa vivienda.

En pleno paseo, el mayor, Ronni, de 14 años, se coló en una finca privada aledaña al camino, por un hueco en su vallado, y se cayó al pozo. "Ese agujero no debería estar así, si se acercan niños es muy fácil que resbalen y se caigan", se quejaba este miércoles Mario, quien no se lo pensó y, tras despojarse de algunas prendas y de pertenencias como el teléfono o la cartera, se lanzó a por el animal.

Un vecino que escuchó sus gritos alertó ya de noche a los medios de emergencia, que hallaron al hombre con síntomas de hipotermia

"Hubo dos veces que casi lo logramos, a Ronni le faltó solo una zancada para salir", dijo sobre esa lucha titánica, con Terry esperándolos al borde del pozo. Al final, ese intenso esfuerzo les pasó factura. "Cuando se hizo de noche, después de más de una hora en el agua, empecé a gritar pidiendo ayuda", explicó. La Guardia Civil ya lo estaba buscando tras haber sido alertada por los responsables de la residencia de animales, preocupados porque Mario, puntual en sus visitas diarias para pasear a sus canes, tardaba en regresar.

Al final, un vecino escuchó esos gritos y avisó al 112, que envió a los agentes del cuerpo armado y a bomberos del parque de Vilalba, quienes, con mucha dificultad por lo resbaladizo del terreno, lograron rescatar al hombre y al perro.

Aunque desde el 112 dijeron que Mario presentaba una hipotermia avanzada que complicó el rescate, al fallarle las fuerzas para colaborar, él afirmó que no pasó miedo e incluso tenía un plan B si no aparecía nadie: "Tengo mucha agilidad y pensaba dejar a Ronni, salir e ir a una casa cercana a buscar refuerzos", decía anoche desde el hotel en el que se aloja, con varios rasguños como secuela. Tras dejar el hospital se fue a ver a Ronni a la residencia. "Aunque tiene 14 años es muy fuerte. Hubo que tratarlo por el esfuerzo, pero está muy bien" dijo, y agradeció la labor de los medios de emergencia.

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