Sembrar patatas en las zonas prohibidas puede acarrear sanciones

El responsable comarcal de Unións Agrarias, Hilario Moliner, advirtió este martes de que los productores de patata que se arriesguen a plantar el tubérculo en los concellos afectados por la plaga de la polilla guatemalteca -Tecia solanivora- se expondrán a sanciones, dado que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tendrá que denunciar de oficio a quien infrinja la prohibición que decretará el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, se calcula que en un plazo máximo de un mes.

UU.AA. atribuye la expansión de la plaga "á deixadez" de la Administración al afrontarla. "Chove sobre mollado, só se actúa cando o problema xa é gordo, igual que aconteceu coa vespa velutina, polo que cómpre poñerlle un suspenso na tramitación e na actuación", aseguran.

Hilario Moliner cree que desde que se detectaron los primeros casos de polilla en Cervo y Burela hace entre dos y tres años hubo tiempo para tomar medidas y explicar lo que sucedía a los productores, pero "a información deuse a contagotas".

El representante sindical cree que ahora "é difícil de controlar", pese al reparto de trampas -polilleiras- y de feromonas para atrapar a los machos de la especie, que además el año pasado se entregaron tarde y cuando los agricultores ya habían plantado.

FALTÓ SEGUIMIENTO. El sindicato denuncia asimismo que no se hizo un seguimiento respecto al cumplimiento de las medidas propuestas para su erradicación, por lo que "a xente do campo pagará os pratos rotos, que se verá obrigada a comprar pataca ao non poder prantarla, sen que ninguén lles cubra ese gastos que terán que facer a maiores". Hilario Moliner considera que "tíñase que haber feito un seguimiento máis completo dende o comezo. Actuouse de boa fe e con atraso. Paréceme ben que tenten controlar agora, pero é tarde, porque ao fallar o control e masificouse".

Unións Agrarias recalca que al estar definidos los municipios afectados, los particulares con terrenos libres de la plaga tampoco podrán plantar, debido al elevado riesgo de que se contaminen, además de exponerse a denuncias y a las sanciones que se fijen.

Las pérdidas para el área afectada pueden ser enormes, dado que los particulares que plantaban para autoconsumo, que son el 99% de los existentes en A Mariña, tendrá que comprar, lo que incrementará la demanda de producto de manera notable y esto llevará aparejada una subida de los precios, que repercutirá en toda la población, tanto en la que reside en zonas rurales como urbanas.