González Pedreira recuerda que el golpe militar del 18 de julio coincidió en sábado, jornada en la que estaba programada una fiesta obrera en la ciudad del Landro, que finalmente no se celebró.
Los disturbios en Viveiro se produjeron el miércoles siguiente, cuando llegó un camión con guardias civiles «e empezou o tiroteo contra a casa dos sindicatos. A resistencia foi escasa pola falta de armas. Alí estaban Antonio Cora e outros máis. Eu fun a refuxiarme á casa de José Timiraos. Pola tarde, voltamos a Mosende, sen máis», cuenta González Pedreira.
El ambiente político en el antiguo municipio de Riobarba, el actual O Vicedo, «era máis ben relaxado. No había politización, aínda que si certa influencia das ideas do mestre da escola, que era de esquerdas», cuenta este escapado.
La idea de echarse al monte surgió a primeros de marzo de 1937, cuando llamaron a la quinta de Mosende para que se incorpórase al frente y varios jóvenes decidieron escaparse al monte. Eran seis: Máximo Yáñez, conocido como Máximo do Xastre y nacido en Folgueiro, Ramón do Soldado, Antonio Villar, Manuel de Cora, Laureano Timiaraos, que era de Castrobó, y el propio González, que inició así un periplo de nueve años huido.
Eusebio González Pedreira nunca fue capturado por las autoridades franquistas, que le juzgaron por deserción, rebelión militar y ataque a mano armada, junto a otros compañeros. Fue declarado huido y en rebeldía.
