Sarria registra un lleno total de peregrinos esta Semana Santa

La Semana Santa animó a cientos de personas a realizar el Camino Francés a Santiago. Esto llevó a que albergues y establecimientos hosteleros de Sarria estuviesen completos y fuese necesario abrir el pabellón de los institutos durante los primeros días de este periodo vacacional.

Según responsables de la oficina de atención al peregrino, la mayor ocupación se produjo el pasado fin de semana y el lunes, cuando todos los establecimientos de la villa colgaron el cartel de completo y se abrió el pabellón, que albergó el domingo y el lunes a un centenar de personas.

Se produjo un incremento de peregrinos durante esta Semana Santa con respecto al mismo periodo del año anterior, así como de grupos de municipios gallegos que aprovechan los fines de semana para realizar tramos del Camino.

No obstante, en los últimos días las pernoctaciones bajaron. La razón hay que buscarla en el interés de los peregrinos en llegar a Santiago durante el fin de semana, lo que les obliga a pasar por Sarria unos cinco días antes. Durante estos últimos días de Semana Santa la ocupación ronda en los albergues el 60 o 70 por ciento.

La mayoría de los peregrinos son españoles, un 85 por ciento del total, y entre ellos destacan los gallegos. Entre un 20 y un 30 por ciento de los peregrinos que realizan estos días el Camino empezaron en Sarria, apuntaron desde las dependencias municipales.

300 consultas diarias
El Concello tiene abiertos dos puntos de información turística, uno en la casa consistorial enfocado a la atención al peregrino de cara a este Año Santo, y otro en Vigo de Sarria. Esta gran afluencia de caminantes se deja notar con respecto al número de consultas que se reciben en estas dependencias, donde el sábado atendieron unas 300 consultas, mientras que el resto de la semana fueron de algo más de 200 diarias.

Sarria es el punto elegido por muchos peregrinos para iniciar el Camino, ya que la villa está situada a poco más de 100 kilómetros de Santiago, distancia necesaria para obtener la deseada Compostela al finalizar la ruta.

Sólo en el municipio de Sarria existe una decena de albergues para peregrinos, que ofrecen en conjunto más de 300 plazas. A los tres albergues públicos de Sarria, Calvor y Barbadelo se unen cinco establecimientos privados situados en el entorno de la Rúa Maior, otro en Vigo de Sarria y uno más en San Mamede do Camiño. A éstos se sumó recientemente un nuevo establecimiento privado en Barbadelo, con ocho plazas.

El Ayuntamiento sarriano abre el pabellón de los institutos para alojar a los caminantes cuando los albergues y demás establecimientos tienen cubiertas las plazas para pernoctaciones o bien en caso de grupos organizados que lo hayan solicitado previamente a la Administración local. El Concello ha elaborado una ordenanza en base a la cual cobra una tasa de tres euros a cada peregrino por pasar la noche en el pabellón.

Asimismo, la comunidad de mercedarios de Sarria cederá un espacio en el convento para habilitar un albergue temporal en caso de llegada de un gran número de peregrinos. Los demás ayuntamientos de la comarca por los que discurre el Camino también ofrecerán espacios para grupos o si los albergues están completos. Triacastela y Paradela ceden los pabellones, y Samos un espacio cubierto en la plaza pública, según informó la Xunta de Galicia.

Hoteles
Por su parte, la ocupación en los hoteles de la villa es del 85 por ciento, aunque durante algunos días rozó el 100 por ciento. La mayoría de los clientes son peregrinos, aunque también hay personas que eligen visitar Sarria para disfrutar de sus vacaciones o para estar con sus familiares. "La mayoría son peregrinos procedentes de España, Alemania e Irlanda, que suelen venir sin reserva", apuntaron desde un hotel.

Las casas de turismo rural del municipio se encuentran en torno a un 40 por ciento de la ocupación, mientras que aquellas que se encuentran en pleno Camino están al completo.

Quejas en Portomarín
Portomarín recibió este jueves a cientos de peregrinos, entre ellos varios grupos numerosos que se quejaron a su llegada a la villa de la falta de colchonetas para dormir en el pabellón y del hecho de que estuviese cerrado al público el albergue Virxe da Luz, que gestiona el Concello.

Falta de previsión
Una de las voces críticas fue la de la teniente de alcalde de Salvaterra do Miño, Marta Valcárcel, que se quejó de que su grupo —más de 100 personas de ese municipio pontevedrés que se iban a alojar en el pabellón— "tuvo que ir por las tiendas pidiendo cartones para no tener que dormir sobre el suelo" al no recibir unas colchonetas que se comprometió a suministrar el Concello. Aunque, según dijo, desde el gobierno local achacaron ese problema a que la Xunta no entregó ese material, Valcárcel se quejó de que su grupo llevaba un mes "en contacto directo" con el Concello de Portomarín para organizar la estancia, por lo que "podían avisarnos con antelación para venir preparados, porque parece que ya lo sabían desde el lunes".

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