Sarkozy se reúne con Merkel para abordar sus propuestas sobre la reforma de la eurozona

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibe este lunes a la canciller alemana, Angela Merkel, para avanzar, de cara a la cumbre europea de esta semana, las propuestas comunes para la reforma de la zona euro que han prometido, cuya elaboración sigue chocando con persistentes divergencias.

El ministro francés de Industria, Éric Besson, aseguró este lunes que Sarkozy y Merkel "se han puesto de acuerdo sobre lo esencial" pero ahora "quedan las modalidades, que son cruciales", en una entrevista a la emisora de radio France Info.

Besson reconoció que el presidente francés ha dicho "sí a las sanciones" para los países que no cumplan las reglas de control del gasto público, "pero nada de automático" como querían los alemanes y además mediante mecanismos intergubernamentales.

La ministra francesa del Presupuesto y de las Cuentas Públicas, Valérie Pécresse, confirmó la idea de que hay consenso en que tiene que haber más coordinación en el seno de la eurozona, y de hecho subrayó que se estaría ahora en mejor situación si se hubiera establecido así desde la creación de la moneda única.

Pécresse, en una entrevista a la emisora France Inter insistió en la voluntad de modificar los tratados europeos, como lo avanzaron la semana pasada Sarkozy y Merkel, y precisó que el objetivo es "que la Comisión Europea tenga un poder real de control y de sanción".

"Luego serán los Estados los que aprobarán las sanciones", matizó volviendo a señalar un punto importante de la confrontación entre Berlín, que quiere imponer un dispositivo supranacional y automático de control y sanción para garantizar el saneamiento de las cuentas públicas, y París que quiere privilegiar los mecanismos intergubernamentales.

Pécresse añadió que "la contrapartida de la disciplina será la solidaridad" de la zona euro y "eso también requiere un cambio de tratados", pero no explicó de forma precisa cómo se concretaría esa solidaridad.

Francia quería la puesta en marcha de eurobonos a los que Alemania está tajantemente en contra y sólo los contempla como una etapa final al término de un proceso de integración europea profundo.

Otro mecanismo de solidaridad polémico es el papel del Banco Central Europeo (BCE) como potencial comprador masivo de deuda de los países en dificultades.

Según un consejero del Elíseo citado este lunes por Le Figaro, Sarkozy ha logrado que Merkel asuma que el BCE intervenga en los mercados secundarios en las proporciones que estime oportuno, pero a cambio de no hablar de esa inflexión alemana.

De estos dos líderes, que van a celebrar un almuerzo de trabajo en el Elíseo al término del cual deben comparecer públicamente, se esperan más detalles sobre cómo proceder a la reforma de los tratados de la Unión Europea, y sobre las alternativas en caso de que no se pueda conseguir el consenso de sus 27 países miembros.

Antes de eso, Sarkozy y Merkel participan en el Congreso del Partido Popular Europeo que se celebra en Marsella el miércoles y el jueves, y al que asistirán otros pesos pesados de la Unión Europea, como el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, o el futuro presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

Será la ocasión para Rajoy de desvelar algo más sus intenciones de Gobierno y de defender en persona las posiciones españolas en la negociación europea en marcha.

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