Santín busca su sitio

EL NUEVO LÍDER del PSOE lucense, Juan Carlos González Santín, llega al puesto bien sujeto a la mano de su antecesor en el cargo, José Ramón Gómez Besteiro, del que fue secretario de organización, e identificado hasta la médula con una nueva forma de hacer política, más próxima a los militantes, que ha llevado al presidente de la Diputación de Lugo al vértice de la jerarquía gallega de los socialistas.

Santín es, desde la semana pasada, una pieza más de la partida de ajedrez que Besteiro ha iniciado contra las huestes de Feijóo para conquistar el Gobierno de Galicia. Él lo sabe y está dispuesto a participar activamente en la batalla, pero, al mismo tiempo, reconoce que es «ambicioso políticamente» y que pretende marcar una nueva etapa en el partido. Habrá que esperar algún tiempo para saber si el nuevo responsable de los socialistas lucenses es capaz de alzar el vuelo en solitario.

Hasta el momento, el recién elegido secretario provincial del PSOE sólo ha tenido una semana para actuar y muy pocos hechos que permitan vaticinar por dónde van a ir los socialistas lucenses con su nuevo jefe, pero de su discurso ante el congreso del partido y de su nueva ejecutiva se deduce que lo primero es consolidar lo que empezó Besteiro y, después, iniciar nuevas aventuras. Esta forma de actuar parece ser una máxima en la vida de González Santín. Lucense de toda la vida, de la quinta de 1967 como Besteiro, asegura que su familia siempre simpatizó con el PSOE, pero su historia política no se inició hasta el 2004, siendo ya director provincial de la Seguridad Social y, por lo tanto, integrado en la actividad institucional de la provincia. Antes, se preocupó de forjarse su futuro profesional y de sentar las bases de su vida. Se licenció en Ciencias Económicas por la Universidad de Santiago y, después, ganó una oposición al cuerpo superior de intervención y contabilidad de la Seguridad Social, departamento en el que fue escalando puestos. Cuando se afilió al PSOE y se lanzó a la política, como asesor en la Diputación, primero, y después como parlamentario autonómico, Santín ya tenía su vida asegurada y decidió embarcarse en una aventura que le atraía por razones ideológicas y sociales.

Todo indica que con el partido quiere seguir una trayectoria semejante. Por el momento, está consolidando la renovación del PSOE en la provincia, que inició Besteiro, con una ejecutiva con muchas caras nuevas (sustituyó aproximadamente al 30% de los miembros), formada por personas muy próximas a la Diputación y en la que se echan de menos pesos fuertes de los socialistas lucenses, sobre todo algunos alcaldes con un fuerte tirón, sustituidos en la ejecutiva por personas con reducido peso electoral.

Santín asume que en la dirección del PSOE lucense pueden echarse de menos algunos históricos del partido, pero arguye que, a la hora de decidir los miembros de su ejecutiva, dejó a un lado el equilibrio territorial, tradicional en las direcciones de los partidos, para centrarse más en otras peculiaridades de sus colaboradores, como las «ganas de trabajar», la disponibilidad de tiempo para dedicarle a sus funciones en la formación y, sobre todo, que se sientan identificados con sus ideas para el partido y para la sociedad.

Es precisamente en este aspecto, en su proyecto político, en el que el discurso de Santín se hace menos tangible, más diluido y menos concreto. Por el momento, y al margen de la defensa de los tradicionales valores socialdemócratas, el nuevo secretario provincial del PSOE se ha centrado en pedir el esfuerzo de los 2.350 afiliados que tiene en Lugo para consolidar el partido, mantener el poder que tiene en la provincia -los 17 ayuntamientos que preside, pero, sobre todo, la Diputación- e incrementarlo todo lo posible. Con este objetivo, ha puesto en marcha el recién estrenado ‘motor’ socialista y el resultado de su proyecto no va a tardar mucho en conocerse. A las puertas están las elecciones europeas y las locales.

PODER SOCIALISTA

¿En que estado se encuentra el PSOE que Santín hereda de Besteiro? En las últimas elecciones municipales, las de mayo de 2011, los socialistas perdieron más de 13.000 votos en la provincia de Lugo, al sumar 70.415 sufragios frente a los 83.251 de 2007, una caída del 4% y la pérdida de dos decenas de concejales. Sin embargo, este retroceso no impidió que mantengan la presidencia de la Diputación con el apoyo del BNG, gracias al reparto de escaños por partidos judiciales. Sin embargo, Besteiro sigue en el trono de San Marcos por los pelos, porque el PSOE mantuvo el diputado de A Fonsagrada por solo 118 votos y el de Vilalba, por una diferencia de 381 sufragios con respecto al PP.

Por lo que se refiere al mapa de ayuntamientos, los socialistas tienen 17 alcaldías, las 16 que obtuvieron directamente en las elecciones y la de O Valadouro, tras una moción de censura este mismo año.

Aunque los resultados de unos comicios y otros no son del todo extrapolables, lo cierto es que sí reflejan una tendencia y en octubre de 2012, cuando se celebraron las elecciones autonómicas, la situación para el PSOE lucense no hizo más que empeorar, lastrado también por el declive del partido a nivel nacional. El PP logró una victoria sin paliativos en la provincia de Lugo. Los populares se hicieron con nueve diputados y ganaron en 65 de los 67 municipios de la provincia. Las dos excepciones en las que se impusieron los socialista fueron Negueira de Muñiz y Pedrafita, claramente insuficientes para mantener su presencia en O Horreo, que se vio reducida de cinco a cuatro diputados por la provincia de Lugo, con tan notable caída que estuvo a punto de perder otra acta.

FUTURO

Con este panorama, Santín tiene que organizar el PSOE lucense para las elecciones europeas del próximo año. En estos comicios, generalmente infravalorados, los focos estarán iluminando la escena política nacional y Lugo solo será otra pieza más del puzzle, pero permitirán a Santín catar el respaldo que realmente tiene el partido en la provincia.

Las municipales de 2015 serán otra historia bien distinta. En este caso, el PSOE se jugará mucho en Lugo. Mantener el poder en la Diputación es imprescindible para los socialistas, no solo a nivel provincial, sino, incluso autonómico, porque el Pazo de San Marcos es, con el Concello de Vigo, la principal institución que se opone a la política popular de la Xunta.

En relación con los próximos comicios locales, la incógnita que Santín no quiere o no puede despejar por el momento es quién optará en estas elecciones a la presidencia de la Diputación por el bando socialista, Besteiro o él. Lo lógico es que el secretario general del PSdeG sea candidato a la presidencia de la Xunta en el 2016, por lo que un año antes dejaría el puesto vacante en la entidad provincial, pero en política, la lógica siempre es relativa.

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