Santa María, el efímero hospital que solo tuvo pacientes una década

Además del uso sanitario inicial, también funcionó como conservatorio y centro benéfico
Vista de los pabellones uno y dos del antiguo hospital de Santa María
photo_camera Vista de los pabellones uno y dos del antiguo hospital de Santa María

El histórico hospital de Santa María afronta una nueva reconversión de usos. Pocos lucenses recordarán que el complejo, en plena Ronda de la Muralla, funcionó como hospital, dado que su uso como tal fue efímero.

Aunque el proyecto nació para paliar la necesidad de un centro sanitario en la capital después de que el que estaba previsto, en la sede de la actual Diputación, nunca llegase a albergar servicios de este tipo, lo cierto es que las instalaciones del entorno de la calle Montevideo solo sirvieron como hospital en la década de 1930.

La iniciativa del complejo de Santa María surgió hace prácticamente un siglo, en 1918, promovida por el entonces alcalde, Ángel López Pérez. Con un presupuesto de poco más de un millón y medio de pesetas, reunido entre donativos particulares e instituciones públicas, que convirtieron esta obra en "una de las más importantes del siglo XX en la ciudad", según el arquitecto de asistencia técnica urbanística de la Diputación Provincial Pablo Rodríguez, el proyecto se le encomendó al prestigioso Luis Bellido, responsable también de las obras del Círculo de las Artes de Lugo y del matadero de Madrid.

El primer paso para la construcción fue la adquisición de terrenos por un valor inferior a las 45.500 pesetas, fondos gracias a los que el Ayuntamiento se hizo con una superficie de unos 20.000 metros cuadrados en la zona conocida como Murallas del Rey. A partir de este trámite, se adjudicó la obra en 1920 al constructor Leandro Madinaveitia, si bien hasta el 9 de abril de 1921 no se puso la primera piedra del complejo, que engloba nueve pabellones.

Esta intervención no estuvo exenta de problemas y, en ese sentido, la llegada de la dictadura de Primo de Rivera a comienzos de la década ralentizó considerablemente el ritmo de las obras, que consiguieron acabarse en 1930. De hecho, el 29 de junio de ese año se celebró la inauguración oficial del edificio, a la que se invitó al presidente del Consejo de Ministros de la época, aunque ya en abril y mayo se habían ido trasladado pacientes a estas dependencias.

CESIÓN A LA DIPUTACIÓN. Pero si la situación fue difícil durante los años veinte, la inestabilidad política y social de la década siguiente provocó el "abandono progresivo del hospital", en el que ni siquiera se realizaban "obras de mantenimiento", según recuerda Rodríguez. En ese punto, y ante la incapacidad del Concello de asumir los gastos imprescindibles del complejo, la institución local lo cedió durante 99 años a la Diputación Provincial, titular de Santa María hasta 2040.

Este trámite se oficializó en el pleno municipal del 25 de septiembre de 1941 con un documento inicial en el que se incluían curiosidades como que la administración provincial debía "hospitalizar gratuitamente 16 enfermos del término municipal de Lugo" y "sostener la Casa de Socorro" que, hasta ese momento, asumía el Ayuntamiento. Además, en virtud de ese acuerdo, el Concello se reservó un pabellón para el Fogar do Transeúnte, situación que se prolonga hasta hoy.

OTROS USOS. Pese a que en los años cuarenta hubo pabellones que quedaron sin una utilización definida, con el paso del tiempo Santa María acogió "hasta hace unos treinta años" el conservatorio de música en las dependencias en las que actualmente se ubica el Centrad, recuerda Rodríguez, quien también evoca que otra parte de las instalaciones funcionó "como una especie de casa-cuna", en una iniciativa "vinculada a la beneficencia social".

A ellos se sumaron en fechas más recientes los usos administrativos de la Diputación Provincial, que tiene allí la sede del Inludes, el Centrad o el archivo.

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