Salvador Baamonde asume la presidencia de la asociación pontesa de alcohólicos rehabilitados, tras 22 años con la misma directiva, con la intención de mantener viva una entidad por la que pasaron 350 enfermos. Dice que aunque «el peor trago» es cruzar la puerta, las terapias son la clave de la abstinencia.
SALVADOR BAAMONDE asume la presidencia de la asociación pontesa de alcohólicos rehabilitados Adiante tras 22 años de trabajo de la anterior directiva. Lleva tres años sin probar una gota de alcohol, pero reconoce que su batalla es larga. «El enfermo alcohólico es para toda la vida. Nunca te rehabilitas de todo, pero mantienes la abstinencia viniendo a terapia», dice. Consciente de que dejarla sería recaer, anima a familias y enfermos a cruzar la puerta de una asociación, el «trago más duro».
¿Cómo afronta este reto?
Con mucho respeto. A ver si logramos mantener el nivel, que nos lo dejan muy alto.
