Romper el aislamiento

EL ''PACTO DE TINELL'' que ayer firmaron en Barcelona Alberto Núñez Feijóo, Antonio Basagoiti y la candidata del PP a la presidencia de la Generalitat significa fundamentalmente el intento de romper el aislamiento de los populares en la política catalana. Aislamiento que atribuyen, en versión victimista, a aquel otro Pacto del Tinell que en 2003 supuso el primer gobierno tripartito en Cataluña. Situar la firma de ayer frente a la Declaración de Barcelona que firmaron CiU, PNV y BNG en 1998 supone, con los hechos, reconocer que la realidad plural de España presenta matices o niveles. El PP reunió en Barcelona para apoyar a su candidata a dos rostros alternativos, Feijóo y Basagoiti. En estos momentos no es indiferente la opción por el autogobierno de las «comunidades históricas». Pésimo invento, también económico, fue el «café para todos» en materia autonómica.

BARRA LIBRE
El ejercicio de las declaraciones y los mítines, no sólo en Cataluña, es de barra libre para el insulto y la descalificación del otro. Pero ni una idea ni una propuesta. Parece que los programas de las próximas municipales y autonómicas se reducen al manual del insulto al contrario.

CATARATA DE INSULTOS
«Innoble, abyecto e inmundo» son calificativos que el Gobierno de Marruecos le dedica a la prensa española por la información sobre el conflicto del Sáhara. El corresponsal de RNE, Guillaume Boutoux, expulsado ayer por las autoridades marroquíes, habla de estado de sitio. Sobre lo que pasa en el Sáhara falta información. La responsabilidad es de Marruecos, que impide el acceso de los periodistas. Lo sorprendente son los «cómplices» bajo paraguas de responsabilidad.

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