Las obras de ampliación del puente de Feve en el barrio vivariense de Verxeles siguen dando que hablar, en esta ocasión por la presunta negativa de un vecino a derribar la parte de la vieja estructura que queda en el lado izquierdo del muro en dirección a la ciudad del Landro, sobre lo que el aludido dice no tener nada que ver. Algunas fuentes indican que este hecho conlleva una modificación en el proyecto inicial y desde la empresa, Joca, no lo aclaran, mientras que el alcalde, Melchor Roel, garantiza que se respetan las medidas previstas en ese punto de la carretera, que son 1,5 metros cada acera y 8 metros la calzada.
Sobre este asunto, en la memoria del proyecto de obra consta que «se demolerá la estructura del puente», algo que para algunos no deja lugar a dudas, porque «non se realizou a demolición total da estrutura, segue íntegra unha zapata» debajo de la nueva construcción. Estas fuentes, con conocimiento de la memoria constructiva, hablan de una «alteración» en el proyecto, pues creen que sin actuar en ese muro no será posible mantener las medidas de las aceras y la calzada.
Añaden que el martes por la noche varios técnicos colocaron sensores e intentaron hacer las pruebas de carga a la estructura pero «non puideron porque nese lado está a zapata sen derrubar». Según este testimonio, esta situación se produce porque presuntamente el dueño de los terrenos de ese margen no deja actuar, y la misma fuente duda que ese espacio sea de propiedad privada. Este diario se puso en contacto con el aludido y aseguró que no tiene absolutamente nada que ver con esta polémica.
Por su parte Melchor Roel recuerda que las medidas que constan en el plan de construcción serán reales. «Se está haciendo según el proyecto y algo habrá que derribar de ese lado», y aseguró con rotundidad que «el proyecto va conforme y si no se hiciera así no se recepcionaría». No quiso inmiscuirse en esta polémica el jefe de obra: «Yo tengo que hacer un proyecto constructivo y es lo que estoy haciendo», señaló.
