Rocolugo ofrece un espacio integral, deportivo y social

SE CONSIDERA la escalada como un deporte individual, no de equipo. Un deporte donde cada uno se esfuerza contra su propio yo para alcanzar los mejores resultados. Un escalador se enfrenta en soledad a sus propios miedos y limitaciones, al reto de superar una vía de escalada. Y eso es precisamente lo que la convierte en única. No se compite contra nadie ya que el adversario somos nosotros mismos. Y eso nos empuja a conocernos mejor y hacernos mejores día a día escalando.

La afirmación anterior, aun siendo totalmente cierta, es también incompleta. No hace falta más que acercarnos por un rocódromo para darnos cuenta. Un escalador no se encuentra solo nunca, sino acompañado de su propio compañero y muchos más. Todos los escaladores comparten sus emociones en los rocódromos. El componente social de la escalada es increíblemente fuerte y se arraiga en el interior de todos sus practicantes. Los escaladores saben que las sensaciones que navegan en su interior son las mismas que sienten otros escaladores y se comparten entre ellos.

Los escaladores se animan entre sí, comparten sus secretos y sus técnicas, proponen al escalador nuevas formas de afrontar una escalada, aplauden el esfuerzo y nunca una caída se considera como un fracaso, sino todo al contrario, como parte de la evolución. En el rocódromo un escalador comulga con la escalada a través de sus compañeros. No hay otro deporte individual con tanta carga social.

La escalada nos enseña a confiar. El compañero de escalada es nuestro amigo, confidente y asegurador, y la comunicación entre ellos es total. El escalador se concentra exclusivamente en avanzar por la vía de escalada, gestionando su cuerpo y su mente para alcanzar la última presa. La cuerda trabaja a modo de cordón umbilical entre ambos. No hay fracaso en la escalada. No se pierde nunca. Las sensaciones nos ayudan a ser mejores y las emociones son parte del camino que recorremos. Sea cual sea nuestro nivel, nuestras habilidades, todos los escaladores sentimos lo mismo. Sentir el apoyo de tus amigos, oírlos animarte, aplaudir tu esfuerzo y saber que las increíbles olas de emoción que sentimos en nuestro interior al escalar son compartidas por todos ellos, hace de la escalada un deporte único e integral como ningún otro. Ven a sentirlo a Rocolugo.

Te esperamos.