El recientemente restaurado muro perimetral de la iglesia parroquial de Duarría, en Castro de Rei, ha visto desaparecer uno de sus principales elementos ornamentales, una cruz de cantería de alrededor de un metro de altura, sustraída por personas desconocidas en la madrugada del miércoles al jueves de esta semana.
El párroco de la localidad, que tuvo constancia de los hechos en la tarde del jueves, cuando acudió a oficiar una misa, explicó que ya ha advertido a la Guardia Civil de Castro de Rei del robo, el primero que se registra en esta iglesia desde que él se hizo cargo de ella, hace ya siete años.
«É unha cruz bastante pesada, porque é de pedra, así que supoño que arrimaron un coche e a meteron para dentro», aventura el sacerdote, quien recuerda que hay una casa habitada prácticamente al lado de la iglesia parroquial, cuyos moradores constataron que la cruz se encontraba en su lugar el miércoles por la noche y que no se percataron de lo sucedido hasta la mañana siguiente, lo que le hace pensar que no se trata de un hecho al azar.
El cura precisa también que la cruz apenas llevaba unos meses colocaba sobre el muro, en una esquina del mismo, puesto que se colocó en cuando fue restaurado este mismo año, dentro de las obras de acondicionamiento del lugar. Antes, había pasado años guardada bajo un armario en la sacristía.
El párroco de Duarría también recordó que durante las fiestas parroquiales se había tenido un especial cuidado con este elemento ornamental, para evitar que sufriera actos vandálicos. La cruz salió ilesa de las celebraciones, pero no ha logrado pasar desapercibida para los ladrones.
