«Fíxéronme un desfalco moi grande», comenta apesadumbrado el ‘zoqueiro’ Abel Losada, víctima de un importante robo en su taller de Guitiriz.
Los ladrones «botaron a man ás zocas e aos cachavos, a miña dor máis forte», dice, ya que se llevaron más de 70 pares de ‘zocas’ de todos los estilos y tallajes, del número 10 al 64; unos 350 llaveros, también con forma de ‘zoca’, de cuatro centímetros de largo; y más de 100 bastones decorados, la mayoría con una ‘zoca’ en su base.
Para el ‘zoqueiro’ resulta difícil precisar el valor económico de todo lo sustraído. Cree que el importe total superaría los 10.000 euros, aunque también precisa que «é máis duro o valor sentimental que cantos cartos hai na terra, porque eran pezas únicas». Por ejemplo, entre los artículos desaparecidos hay un par de ‘zocas’ del número 64 que llevaban 20 años con él.
Losada no entiende la razón de este robo, pero está convencido de que «todo o que me levaron só pode ser para vender», y advierte a los ladrones de que «coñecería os meus traballos no medio de calquera». También está seguro de que «ou queda todo escondido para o resto da vida ou ten que aparecer algún día».
La mayoría de las piezas sustraídas iban, además, identificadas con diversas leyendas, como el nombre de su autor, la dirección y el teléfono, ‘Recuerdo de Guitiriz’ o ‘Artesanía de Galicia’, lo que facilitaría su identificación.
Losada está seguro de que los autores del robo «viñan ás zocas directos» y señala que «botáronlle a man ó que viron, pero non se equivocaron nada, porque levaron o máis bonito». E insiste: «As vellas e as feas non as levaron».
Los cacos sustrajeron, además, dos planchas de carbón antiguas, un trabuco y una barrica de vino antigua de 16 litros, objetos que su propietario guardaba con fines decorativos. Sin embargo, no tocaron sus herramientas de trabajo ni otros artículos que, según Losada, tendrían más valor. Incluso se dejaron atrás un bote con monedas «que ao mellor non viron» o el puro, la baraja y el paquete de tabaco que Abel guardaba en una ‘zoca’ que sí robaron.
Losada no sabe con exactitud cuando se cometió el delito, aunque, tal y como recoge la denuncia presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Guitiriz el pasado sábado, tuvo que ser entre las 14.00 horas del día 6 a las 21.00 horas del 7, que fue el intervalo de tiempo en el que no fue a trabajar a su taller, situado en las inmediaciones del balneario de Guitiriz.
Enfadado y desanimado a partes iguales, porque «facer zocas é o meu pracer», Abel recuerda que, aunque en 25 años ya le habían entrado un par de veces en el taller, «esta é a primeira vez que me roubaron zocas».
