Ritmo innato en progresión

El joven vilalbés Brais Trinidad transforma su pasión por la música electrónica, a la que se aficionó de pequeño, pinchando como Dj BrisTradd en locales o eventos de todo tipo
Brais Trinidad pinchando
photo_camera Brais Trinidad pinchando

Una cadena de acontecimientos fue llevando poco a poco al joven vilalbés Brais Trinidad Fernández a hacerse un pequeño hueco dentro de la música local, aunque su ilusión es llegar más lejos a pesar de que reconoce que es difícil. Bajo el nombre de Dj BrisTradd, y a sus 19 años, ha ido acumulando actuaciones en distintos locales y eventos de la capital chairega. El último, en la fiesta solidaria de Halloween de la asociación Os Peludiños.

Ya de pequeño le atrajo un tipo de música «que no era la que escuchaba todo el mundo», y más concretamente la electrónica. «Me fue gustando cada vez más hasta que, con 14 o 15 años, quise ahorrar para comprar una controladora, por la curiosidad de hacer mezclas», explica.

A partir de ahí, fue conociendo gente con la que compartía afición y, también, impresiones y experiencias de una afición que le gustaría «que fuera oficio». De momento, está estudiando un ciclo superior de Mantenimiento Electrónico. «Al menos está un poco relacionado», reconoce.

Su primera experiencia pinchando «fuera de casa» fue hace unos tres años en el ya desaparecido Tamanaco. «Vi un anuncio en el que le se daba la oportunidad a la gente que quisiera pinchar y llamé», explica sobre un estreno que afrontó «nervioso» y que «no gustó mucho».

«Ese día había también un artista de Asturias con un estilo de música muy diferente al mío, así que hubo gente a la que le chocó que yo estuviera allí. Algunos me pedían que pinchara otra cosa y y otros decían que estuviera bien, pero que ese ‘no era tu sitio ni tu dia’. Yo quedé contento», dice.

Poco después lo llamaron para la inauguración de la nueva tienda de R, un acto en el que disfrutó más y conoció a Dj Sito, que le felicitó por su destreza y le ofreció probar algunos de sus equipos. También pudo actuar en sus pubs Zero de Vilalba y Muimenta y en el I Mercado do Alboio.

«De momento lo tengo planteado como un hobby, incluso si me ofrecen la oportunidad de ser residente de algún local. Sería genial vivir de ello, pero en Galicia no hay muchos sitios donde se estile la música electrónica, y menos con el ‘boom’ de ahora de las orquestas y el reggaeton», sentencia.

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