El río recibe residuos, aunque no sufre los problemas del litoral

La cabecera del Rato suele ser el principal punto negro del sistema fluvial de la capital ► El biólogo Pablo Ramil aprecia que hay menos basura que hace años

Campaña de retirada de basura del río el verano pasado. EP (Miño, Lugo)
photo_camera Campaña de retirada de basura del río el verano pasado. EP

La joya natural de Lugo es el río y también allí llega la basura. Una de las regulares campañas de limpieza realizadas por Adega descubrió que, en la zona del puente, el lecho del río estaba sembrado de bolsas de azucarillos y de esas toallitas que se han convertido en una de las pesadillas de los sistemas de depuración.

Esa fue una foto que sirvió para ejemplificar un problema de control del que va camino de convertirse en el enemigo número 1: el plástico. El biólogo Pablo Ramil, uno de los mejores conocedores del Miño, matiza no obstante que la afectación por plásticos no es, ni de lejos, comparable a la que sufre el litoral. "Es habitual que haya más contaminación en un entorno urbano como el de Lugo, pero no es comparable a lo que ocurre en la costa. Un delfín puede aparecer en una playa con las vísceras llenas de plásticos; eso en el río no ocurre", dice Ramil.

El biólogo, que se muestra moderadamente optimista y recuerda que acaba de entrar en vigor la prohibición a los supermercados de facilitar bolsas de plástico gratuitas, habla de la existencia de una contaminación "difusa" y apunta precisamente al hecho de que a veces donde más plásticos se ven es en las cunetas, donde va a parar toda la basura que muchos tiran por las ventanillas de los vehículos.

Una jornada de limpieza del río en A Ponte descubrió que el lecho fluvial estaba lleno de sobres de azúcar, de plástico

Ramil no deja de observar incluso mejoras. Recuerda que hace unos años se sacaban hasta lavadoras y otros grandes electrodomésticos durante las campañas de limpieza del cauce.

El Ayuntamiento suele hacer todos los años una campaña de limpieza en un tramo del río y es cierto que, aunque sigue apareciendo basura, en los últimos años no es ya habitual que aparezcan aparatos como electrodomésticos.

En Adega se percibe, no obstante, que los residuos en el cauce del Miño y de sus afluentes siguen siendo un problema. Destacan que en las campañas de limpieza que realizan de forma regular se constatan muchos vertidos tóxicos sobre todo en la cabecera del Rato, próxima a la zona industrial.

Del río se sacan cosas absolutamente "extravagantes" y que no deberían ir a parar allí, destacan. A modo de ejemplo, señalan los cúmulos de neumáticos que suelen aparecer en la cabecera del Rato. El problema, dicen, es que falta educación y hay quien piensa aún que el río todo lo esconde.

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