El consejo regulador de la denominación de origen Ribeira Sacra inició esta semana los controles de maduración de la uva en las cinco subzonas en las que está dividido el territorio amparado por el órgano rector -Amandi, Chantada, Quiroga-Bibei, Ribeiras do Miño y Ribeiras de Sil-.
El presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, explicó que son dos técnicos del propio órgano rector los que se encargan de realizar esos controles de maduración, unas pruebas que, al menos de momento, están arrojando unos resultados satisfactorios.
"La uva está bien, está sana, en buenas condiciones y a ver cómo va evolucionando hasta la vendimia", explicó Rodríguez, porque una parte importante del resultado de la cosecha también depende del tiempo que haga en estas últimas semanas antes de la recolección del fruto.
En cuanto a los controles de maduración, precisó que, como viene siendo habitual año tras año, los técnicos del consejo regulador tomarán un total de 50 muestras en diferentes fincas de las cinco subzonas en las que está dividida la denominación de origen.
"Todos los años se toman las muestras en las mismas viñas", aclaró, dado que así el consejo regulador se queda "con una idea global de cómo va evolucionando la maduración en las diferentes subzonas" de una cosecha a otra.
En cuanto a las previsiones que hace el órgano rector para la vendimia, Rodríguez precisó que se espera un incremento de la cosecha, que el año pasado rondó los cinco millones de kilos.
"Nos moveremos entre los cinco millones y medio y los seis", dijo el presidente del consejo regulador, un incremento de producción que les vendrá bien a las bodegas, dado que las ventas han aumentado desde principios del presente año en torno a un 10%.
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17/abr./24
