La feria de la cereza de Ribas de Sil, que se celebró este fin de semana en la playa fluvial de San Clodio, fue la que mayor afluencia de público registró de los doce años de tradición con los que cuenta el certamen.
El alcalde, Miguel Sotuela, el teniente de alcalde y coordinador de los actos, Roberto Castro, y los productores dieron la misma versión: a pesar de la inestabilidad del clima, hubo un goteo constante de gente durante la jornada del sábado y ayer, que fue el día central, cientos de personas se acercaron a la playa fluvial para comprar cerezas y aceite, licores, vinos o artesanía, y participar en las actividades programadas.
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