En la localidad ribadense, las fiestas navideñas «comezan precisamente co Mercado do Nadal, que sempre se celebra a primeiros de mes, aproveitando a ponte» festiva, como indica el alcalde, Fernando Suárez Barcia. Con la ayuda de la Diputación Provincial de Lugo y organizada por la edil de turismo y desarrollo local, Ana Martínez, la cita sirve para poner de relieve el valor de lo autóctono, del producto tradicional elaborado a mano y del comercio de proximidad. Por eso, este año el Concello optó por instalarlo al lado del renovado edificio de la plaza de abastos.
La mayoría de los 25 artesanos, que exponen sus productos hasta la noche del lunes en la villa, son ya fieles a esta cita, ya que les sirve de excelente escaparate para su producción. Éste es el caso de la Quesería Picu Urriellu, de Llanes en Asturias: «Es el tercer año que yo vengo, pero mi padre lleva viniendo desde la primera edición, hace 12 años», como señala Luis Felipe López.
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