Después del funeral y de los homenajes posteriores que la localidad ribadense le tributó al expresidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, la sociedad no se había volcado tanto con un convecino, hasta que, en verano del año pasado, falleció, a los 75 años, su benefactor más querido: el exconcejal, articulista e impulsor de numerosos colectivos locales, Gilberto Suárez Méndez.
La comisión organizadora del Entroido ribadense -de la que Suárez era secretario y principal promotor-, pensaba dejar de preparar la fiesta «por agotamiento, después de cinco años haciéndola», como indicó su presidenta, Benigna Torviso, pero, como primer homenaje al finado Suárez, sus integrantes decidieron continuar y dedicar la fiesta carnavelesca de este año a su promotor.