Pretendían llevarse teléfonos móviles, a ser posible de alta gama, como consiguieron en otras ocasiones, pero el asalto en la madrugada de este miércoles a una tienda Movistar en Burela dejó sin botín alguno a los ladrones, que tuvieron que emplearse a fondo para acceder al local de Arcadio Pardiñas y se fueron con la saca vacía.
Sobre las cinco de la madrugada dos individuos jóvenes, uno que vestía camisa a cuadros y pantalón vaquero, y otro con ropa oscura, intentaron por dos veces forzar la puerta de acceso al establecimiento. Regresaron al coche para equiparse en el tercer intento y entonces rompieron la cerradura.
La Guardia Civil ha imputado a dos vecinos de la capital lucense por el robo de un bolso
Su siguiente paso fue destrozar vitrinas de cristal para llenar la bolsa de móviles. No había ninguno, como señaló luego el propietario. Este, tras los últimos robos sufridos en otras tiendas, opta por retirar todos los teléfonos cuando se cierran los establecimientos y "tampoco trabajamos con muchos a la vista, pues ahora se pueden solicitar de un día para otro".
Los cacos actuaron rápido porque toda la acción del asalto, con la alarma en marcha, se produjo en apenas un minuto y 15 segundos, pero no se darían por vencidos todavía. Reventaron, con marcos y todo, otras dos puertas que dan a una estancia y al almacén, sin conseguir lo que buscaban.
Saturnino Díaz, director general de Telecomunicaciones del Cantábrico, estimó los daños en más de 5.000 euros, entre muebles y puertas, una de ellas de seguridad, pero estima no haber perdido la mercancía. Ya en otra ocasión sufrió un robo en Burela, otra vez en Melide y también en su tienda de As Pontes. De cien aparatos sustraídos de una vez, solo apareció uno en una comisaría de Gijón. En días pasados hubo robos similares en Asturias y se supone que son grupos itinerantes.
Por otra parte, la Guardia Civil ha imputado a dos vecinos de la capital lucense por el robo de un bolso, con móvil, dinero y documentos, perpetrado en agosto pasado en Foz. Utilizaron el móvil.
