Reunión familiar en el Camino

Los descendientes de Matías López López, participantes en la peregrinación. (Foto: Sheila Losada)
photo_camera Los descendientes de Matías López López, participantes en la peregrinación. (Foto: Sheila Losada)

Alrededor de 70 descendientes del ilustre sarriano Matías López López se reunieron ayer en la capilla del Marqués, también conocida como capilla de Villa Andrea, para asistir a una misa en honor de sus antepasados.

Con esta eucaristía los familiares del exitoso chocolatero sarriano pusieron punto final a la semana que han pasado en tierras gallegas realizando la ruta jacobea por el tradicional Camino Francés. Comenzaron la peregrinación en Sarria, villa a la que se mantienen muy unidos, como explicó el organizador de este viaje, Matías Oñate de la Rasilla, nieto del marqués de Ugena y por tanto, tataranieto de Matías López López y actual marqués de Prado Alegre.

El organizador destacó la odisea que supuso organizar un viaje en el que se desplaza un grupo tan numeroso de personas, que vienen de todas partes de la península. «Nos repartimos en las casas de la zona que conservamos, como un pazo en O Páramo o la antigua vivienda del marqués de Ugena, que aún permanece bajo la propiedad de una de sus nietas», explicó Oñate de la Rasilla.

Organización
De este modo, el grupo de peregrinación familiar se desplazaba cada día hasta el lugar donde comenzaba la etapa correspondiente, para volver, una vez finalizada, a la comarca.

«Con tanta gente y edades tan dispares resultaba casi imposible ir al mismo ritmo, por lo que cada día sólo fijábamos la hora de partida. Han estado presentes hasta cuatro generaciones de la familia, con participantes desde 4 años a 80», puntualizó el marqués.

Pese al esfuerzo de planificación que supone, el organizador no duda en calificar la experiencia como positiva. «Hemos pasado un buen rato a lo largo de las cinco etapas del Camino, todas ellas maravillosas», contó Oñate, mostrando su agradecimiento a Sarria por «el reconocimiento que ha hecho siempre a nuestros antepasados, bautizando tres calles con el nombre de mi abuelo, y de mi tatarabuelo y tatarabuela».

Una vez finalizado el homenaje, el grupo al completo se desplazó hasta la Casa Caxigueiro, en el núcleo sarriano de Sabenche, donde disfrutaron de una comida en compañía de los regentes del restaurante, los cuales son a su vez descendientes de los trabajadores que se ocupaban del mantenimiento de Villa Andrea, por lo que Matías Oñate los calificó como «casi de la familia».

Iniciativas: Publicación de un boletín del clan
Para fomentar la unión, la familia también lleva a cabo otras iniciativas, como la edición de un boletín familiar en el que se plasman las novedades del clan, ya que, en palabras del organizador, «lo más importante es permanecer unidos».

Objetivos
La peregrinación tiene como objetivo mantener el contacto entre los familiares y ayudar a que todos se conozcan mejor, algo especialmente difícil en un grupo tan numeroso, en el que algunos de los miembros más jóvenes aún no se habían familiarizado con todo su árbol genealógico.

Por esto, la familia nunca antes había organizado un viaje de este tipo, aunque sí acostumbran a celebrar reuniones en las que llegan a juntarse incluso una mayor representación de descendientes. «En algunas comidas hemos llegado a ser unos 200», destacó Oñate de la Rasilla.

Descendencia
Y es que, como cuenta el organizador de la expedición, aunque Matías López López sólo tuvo tres hijas, éstas sí tuvieron numerosa descendencia. Lo mismo ocurrió con Matías Oñate López, el marqués de Ugena, el cual a su vez tuvo catorce hijos. Y su primógenito, el primer Marqués de Prado Alegre, aportó por su parte hasta doce vástagos.

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