Las familias que tienen alguna persona afectada por la dura enfermedad de alzhéimer se ven ante varios problemas. En un primer momento surge una fase impactante en la que se detecta y diagnóstica la dolencia. Aunque poco a poco se hace patente, el trance no es fácil de asumir. Una vez interiorizado es preciso abordar una estrategia para la atención, en la que hay numerosos altos y bajos que merman el estado emocional de los familiares.
La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Monforte, conocida por Afamon, centra su actividad en la realización de talleres de memoria y cognitivos, entre otras actividades con las que se trata de mantener o incluso incentivar aquellas áreas del enfermo en las que la dolencia todavía no las dejó fuera de servicio.
