Los equipos de emergencia rescataron ayer en Burela a un matrimonio que se encontraba aislado en un patio interior de su vivienda, situada en el número 4 de la calle Río Xunco, a causa del intenso humo provocado por un incendio, que según las primeras hipótesis, se originó sobre las seis de la mañana en el pasillo del piso debido a un cortocircuito. Miembros de la agrupación de Protección Civil de Cervo encontraron a R.J.G.F. y a M.G.A.P., ambos de 53 años, sentados en una silla y con problemas de respiración, por lo que les prestaron sus equipos de respiración autónomos hasta que fueron evacuados al Hospital da Costa, donde permanecieron en observación hasta última hora de la mañana.
Las víctimas, que estuvieron más de una hora en su refugio, habían accedido a él a través de la ventana del baño y desde allí pidieron ayuda a los vecinos, que fueron los que avisaron a la central de emergencias del 112, que movilizó a las unidades de Protección Civil de Burela y de Cervo, a la Policía Local y a la Guardia Civil.
A pesar de que las llamas sólo calcinaron una mesa y una lámpara que se encontraban en la estancia donde se originó el fuego, los daños materiales provocados por la intensa humareda negra que se originó son cuantiosos, ya que afectó a la totalidad de la vivienda. Fue precisamente la intensa humareda la que provocó que todos los vecinos del inmueble, que tiene cinco plantas, abandonaran sus casas por precaución y por iniciativa propia, ya que las fuerzas de seguridad en ningún momento emitieron ninguna orden al respecto.
La Guardia Civil mantiene abierta una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque por el momento no trascendió más información.
Reacciones
Tanto el alcalde, Alfredo Llano, como el portavoz de la oposición, el popular José María González Barcia, se acercaron ayer al lugar del suceso para conocer de primera mano la situación y hablar con los vecinos. Mientras el primero pidió a la ciudadanía que extreme las precauciones para evitar este tipo de sucesos, el segundo exigió que el gobierno local asuma su responsabilidad en los hechos.
TESTIGOS
- «Cando abrín a fiestra quedoume a cara toda negra». Estefanía Rey, que vive justo encima del piso quemado, fue la primera en escuchar la llamada de auxilio de las víctimas. «Escoitei pequenos estalidos, coma se as cremalleiras da roupa golpeasen contra a parede, levanteime a mirar pero como non vin nada volvín para a cama, dende alí escoiteinos falar e dicir ‘veciños, axudádenos, chámade ós bombeiros’», explica. «Cando abrín a fiestra da habitación quedoume a cara toda negra do fume que saía do piso», explica esta vecina. Otra de las residentes en el edificio afectado, aseguraba ayer que al principio creían que se trataba de una broma. «Cando espertas non te das conta se é fin de semana ou non e pensamos que eran gamberros que tocaban nos timbres por diversión», asegura. Otra de las vecinas destaca el miedo que pasaron, sobre todo, «por los niños pequeños».
- Expectación. La expectación en torno al suceso era ayer máxima en la localidad por las consecuencias que pudo haber tenido y porque es el segundo que se produce en poco tiempo en la localidad.
