HAY HERMANDADES que nacen para perpetuarse, como los gin tonics, el tinto de verano, las claras o el cóctel por excelencia del verano pastoricense, la combinación de dos elementos que a priori poco tendrían que ver, más allá de estar profundamente vinculados a la zona rural: ser piloto de tractor y producir, para luego saborear, un bueno requesón.
De estas dos partes, el Ayuntamiento, junto con la Asociación de Comerciantes de la Pastoriza y la Escuela PTC, que gestiona el circuito de karting, con el apoyo del área de Cultura de la Diputación, lograron construir un todo más que sólido. Y así, la Fiesta del Requesón y el Concurso de Habilidades con el tractor logró superar con éxito incluso la inestabilidad meteorológica que marcó la jornada de ayer.
A un lado, en el área recreativa, se repartieron más de 400 raciones de requesón de Casa Ánxel, bien acompañado por jamón cocido, bollo preñado, chorizos, pimientos, membrillo, café... todo un menú preparado por voluntarios y por miembros del colectivo de comerciantes y que tuvieron a bien degustar muchos forofos de esta cita gastronómica.
