Cuatro tripulantes de una embarcación deportiva de unos once metros de eslora llamada ‘Antípodes’ se convirtieron ayer en involuntarios turistas en la villa ribadense. Lo hicieron porque cuando realizaban una travesía en el yate, a unas siete millas de la ría de Ribadeo, sufrieron una avería en el motor, concretamente la rotura de una correa de la distribución, que les obligó a pedir ayuda para ser remolcados al puerto más cercano, que resultó ser el ribadense.
El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Gijón se encargó de organizar este operativo que de todas formas se llevó a cabo sin ningún tipo de contratiempo porque para cuando llegó la salvamar ‘Capella’, que remolcó la embarcación, los tripulantes del yate ya habían sustituido la correa «porque llevamos recambios de todo, como tiene que ser».
