Redención

TANTO EN ‘Promesas del este’ (David Cronenberg, 2007) como, sobre todo, en ‘Negocios ocultos’ (Stephen Frears, 2002), Steven Knight situaba sus guiones en un Londres duro y oscuro por el que sus personajes se buscaban la vida tratando de sobrevivir en un ambiente irrespirable. Su idea de la gran ciudad como un territorio inhóspito, deshumanizado e invisible choca con la versión de postal que suelen aparecer como escenarios perfectos para ‘hipsters’ en apuros. Una de las críticas que más se le hace al nuevo audiovisual hecho por jóvenes y para jóvenes (donde Lena Dunham es su máxima representante) es su cierto embellecimiento de la situación del precario urbanita, de un encanto personal que amortigua el problema pero nada se dice del entorno de cafeterías bien decoradas y apartamentos colocadísimos. Knight se esfuerza en representar una ciudad difícil y agresiva con los que no participan de la fiesta, un ambiente suburbano donde ni la ley ni las autoridades controlan la situación.

‘Redención’ es su primera película como director, y pretende conjugar esa atmósfera opresiva con una ‘action movie’ protagonizada por Jason Statham. El héroe de acción más importante del momento interpreta a un militar en busca y captura que luchó en Afganistán y tiene pesadillas por ello. Para sobrevivir en Londres, toma la identidad de otra persona y se mete a matón de la mafia china, redistribuyendo lo que gana entre marginados y vagabundos.

Extraña en su resolución, ‘Redención’ se decanta más hacia el drama de ‘Negocios ocultos’ que al retrato sobre el hampa cronenbergiano de ‘Promesas del este’. Un híbrido que puede sorprender a los distintos públicos objetivos reunidos frente a este ‘frankenstein’.

En la película -irregular y posiblemente fallida- hay, sin embargo, algunos hallazgos que hacen despertar una leve curiosidad por ‘Locke’, la última obra de Knight y que está pendiente de estreno en España, como las secuencias aéreas de Londres encadenadas a la de una zona de guerra.