Entre 141 y 170 de las 313 alcaldías gallegas —entre 28 y 35 en el caso concreto de las 67 de la provincia de Lugo— deberían ser suprimidas mediante los siempre polémicos procesos de fusión. Esa es la conclusión a la que han llegado el secretario municipal Alejandro de Diego y el profesor de la Universidade de Vigo (UVigo) Alberto Vaquero García, integrantes de la Red Localis y que este miércoles presentaron en Santiago el documento Redimensionamiento de la planta local: Retos frente al minifundismo en Galicia.
Siguiendo la hoja de ruta que trazan y en lo que respecta al resto de provincias gallegas, la de Ourense sería la más afectada, con un número resultante de ayuntamientos de entre 33 y 39 —frente a los 92 actuales— y la que menos, la de A Coruña, con entre 50 y 59 —ahora tiene 93—. Lugo se quedaría con entre 32 y 39, frente a los 67 actuales. Estos dos expertos consideran que el tamaño mínimo de los ayuntamientos gallegos debería estar entre los 5.000 y los 7.000 habitantes, lo que provocaría que recibieran una mayor y mejor prestación no solo de servicios públicos básicos, sino también de los servicios sociales, a la vez que conseguirían un alto ahorro en gasto improductivo.
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