El BNG critica el nuevo diseño del transporte urbano por dejar olvidado el rural

Recogidas 1.200 firmas para evitar la supresión del bus de Castelo al centro

El PP registrará un ruego para que el gobierno local valore el posible aislamiento del barrio
Reunión de Antonio Ameijide con vecinos de Castelo
photo_camera Reunión de Antonio Ameijide con vecinos de Castelo

La plataforma vecinal del barrio de Castelo ha reunido 1.200 firmas para evitar que el rediseño del servicio del bus urbano en Lugo deje a este barrio sin conexión directa con el centro de la ciudad, tal y como está previsto en el nuevo proyecto de transporte.

El nuevo modelo aumentaría la frecuencia de los autobuses, que pasarían cada media hora, frente a la periodicidad actual de una hora. Sin embargo, si hasta ahora la línea 8 llegaba hasta el centro de la ciudad, con una parada en la Ronda da Muralla (Sindicatos), con la remodelación el punto más cercano al centro sería en Fontiñas. Y aunque la revisión del servicio incluye la posibilidad del trasbordo sin coste adicional, la zona de Fontiñas no dispondría de un punto importante de tráfico de buses, como sí lo es la parada de Sindicatos.

Para Consuelo Pérez Díaz, líder de esta protesta y recogida de firmas, este cambio dificultaría los desplazamientos de los usuarios del servicio, en su gran mayoría personas mayores. "Moitas das persoas que collen o bus son maiores, que acostuman ir ao centro os días de mercado, cos seus carros da compra. Con esta remodelación, faríaselles moi difícil subir ao centro. Ademais, non sabemos como sería ese transbordo, que de por si xa é un inconvinte para estas persoas", indica Consuelo Pérez, que matiza que, aunque los mayores serían los más perjudicados, el cambio afectaría a todo el barrio.

Según el grupo popular, la línea de Castelo tiene más de 11.000 usuarios y es la sexta más utilizada de las 27 en funcionamiento


La plataforma vecinal ha trasladado sus quejas al grupo municipal del PP, que se comprometió a hacer un ruego para que el gobierno local valore esta situación y haga los ajustes necesarios para mantener comunicado el barrio. En este sentido, los populares exigieron hace un mes una convocatoria de la mesa de trabajo en materia de transportes, con el fin de subsanar las deficiencias del nuevo modelo.

"É un despropósito que, en lugar de gañar en comodidade e mobilidade, se incomunique o barrio", indicó el portavoz popular, Antonio Ameijide. Según el grupo popular, la línea que se suprimirá tiene más de 11.000 usuarios al mes y es la sexta más utilizada de los 27 servicios que existen en la actualidad.

"Non entendemos por que quitan algo que, aínda que podía funcionar mellor, está funcionando ben", indica la impulsora de la plataforma vecinal, que reunió estas firmas en el barrio, y también en el centro, pues asegura que afectaría al comercio en el mercado de Quiroga Ballesteros y en la plaza de abastos.

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