El convento de Santa Clara de Sevilla acoge una gran retrospectiva de Rafael Sanz Lobato que resume una pasión «de fines de semana» por los pueblos de España, cámara en ristre y a bordo de su Seat 600. En Galicia también tuvo su ‘affaire’ fotográfico.
En el top afectivo de su trabajo, después de la serie con la que documentó el Viernes Santo de los Bercianos de Aliste, en Zamora -la revista norteamericana Popular Photography publicó un portofolio de cuatro páginas en 1970-, Sanz Lobato asegura que la ‘Rapa das bestas’ de Sabucedo ocupa un merecido segundo lugar en su corazón. Se pasó por Galicia en 1970 para inmortalizar esta «impresionante y bella tradición», como hizo durante casi 20 años con pueblos, gentes y fiestas de toda España.
A sus 80 años, Rafael Sanz Lobato (Sevilla, 1932) puede presumir de una gran exposición y un libro, algo que le faltaba a su carrera, a pesar de ser premio Nacional de Fotografía 2011. «Gervasio Sánchez quería conocerme; vino y me dijo: ‘Toma, te regalo mi libro de fotografía a cambio del tuyo’. Claro, yo le respondí que no tenía».
Nunca fue un hombre de, como dice, «hacer levitas, pedir favores», así que casi no expuso ni publicó. «Fue por pudor».
Tampoco llegó a hacerse rico. De hecho, si hubiese reunido dinero suficiente ahora viviría en un pueblo, no en la bulliciosa Madrid.
