Quince municipios de Galicia, limítrofes con las zonas afectadas por la polilla guatemalteca en la patata, actúan como zona tapón para evitar el avance de la plaga, según la última resolución publicada por la Consellería de Medio Rural. Así, como contención en A Mariña actuarían A Fonsagrada, Ribeira de Piquín, Meira, Pol, Castro de Rei, Cospeito, Vilalba, Muras y Xermade.
En el caso de A Coruña los concellos tapón son Monfero y Pontedeume, por el sur de la zona afectada y Moeche, Cerdido, Cedeira y Cariño al norte.
En estos municipios se colocaron 87 trampas para detectar la posible presencia de la polilla, mientras se intensifica la vigilancia en los concellos ya afectados.
Precisamente de esta plaga habló ayer la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, en su comparecencia en el Parlamento e insistió en que es necesaria la prohibición de plantar en las zonas afectadas para detener la expansión del insecto y que si todos los involucrados «acatan» las órdenes de los técnicos, la plaga podría estar erradicada «nun ano». «As zonas afectadas son todas de produción para autoconsumo pero cómpre tomar medidas drásticas para que non avance cara ás zonas de produción para a venda, que se centran principalmente nas comarcas de Begantiños e A Limia», aseguró.
Vázquez señaló que a través de la resolución publicada este mismo mes se intensificaron las medidas a adoptar, por lo que los comercializadores de patata para sembrar deben realizar un registro de las ventas y los productores que ya tienen sembrado deben identificar las parcelas. También habló de la inmovilización del tubérculos en las zonas afectadas, de la formación de técnicos especializados o de la información directa que se da a productores y consumidores.
La titular de Medio Rural quiso dejar claro que «se está a traballar arreo» y ha pedido a las formaciones políticas representadas en el Parlamento que no fomenten el «alarmismo» .
Vázquez también dio datos sobre las más de 700 trampas que se colocaron y que capturaron 14.000 insectos. También informó que se destruyeron 6.800 kilos de patatas entre 2015 y 2016, además de repartir 1.200 polilleros.
GRUPOS. Por su parte, el portavoz de agricultura del PSOE, José Antonio Quiroga, destacó la visible «intranquilidade» de los productores y exigió a la Xunta que traslade «as previsións orzamentarias para facer fronte ás perdas por produción e lucro cesante» así como recursos «para a investigación de novas fórmulas para deter a praga».
Quiroga destacó que el Gobierno gallego está actuando «con pasividade amparándose na futura publicación do decreto do ministerio». El socialista pidió una respuesta «categórica e clara» ante esta situación y solicitó que se haga un seguimiento de los concellos limítrofes con las zonas afectadas. Además criticó la «tremenda demanda de información» existente entre los afectados, por lo que instó a mejorar los canales de comunicación, «pois con que un só produtor non cumpra coas medidas, non servirá de nada».
En este sentido, Xosé Luis Rivas, Mini, del BNG acusó a la Xunta de hacer «unha política de brazos caídos» y de no haber detenido la plaga «tomando medidas drásticas» cuando solo afectaba a tres concellos.
