Las orquestas viven un ‘revival’ desde hace años y la materialización de esa nueva afición a la verbena se puede percibir claramente en cada recital de París de Noia. El público lo da todo.
La expectación era patente en la tarde de ayer. Con sus verbenas ocurre lo mismo que con cualquier concierto anhelado, se empieza a hablar de ellos horas antes y todos los fans preguntan a cualquiera que se cruce en su camino si piensa asistir. Ayer, en el ferial, esa pregunta se escuchó a menudo y la respuesta siempre fue positiva.
Pero, a diferencia de otros grupos con una audiencia más limitada a ciertos grupos de edad o gustos, la de estas orquestas es transgeneracional y de mezcla de estilos.