El Partido Socialista y el Bloque Nacionalista Galego de Viveiro dejaron de lado sus diferencias en el primer pleno celebrado tras la ruptura del gobierno bipartito que sostenían hasta hace tan solo 24 horas. Esta circunstancia había rodeado de morbo la convocatoria y el salón de sesiones se llenó de gente, pero todo se desarrolló en un ambiente de cordialidad, como si nada hubiese pasado.
La única nota que dejó algo desconcertados a los asistentes fue una charla privada que el alcalde, el socialista Melchor Roel, y el portavoz del BNG, Bernardo Fraga, mantuvieron unos momentos antes de que el alcalde decretase el inicio del pleno.
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