En 2011 los recortes hicieron que la asociación Proxecto Home tuviera que llevar a cabo acciones de ajuste. La adaptación a unos presupuestos cada vez más reducidos hizo obligatorio plantearse una optimización de recursos por parte de la asociación y esa situación se tradujo en el cierre del piso que Proxecto Home tenía en Lugo para ofrecer a sus pacientes la segunda fase de la rehabilitación, la terapia residencial.
Sin embargo, este cierre no supuso la eliminación de estas plazas, si no el traslado del espacio físico en el que se llevaban a cabo las terapias, que se mantienen, aunque la terapia en pisos se da fuera de Lugo.