La asociación de apoyo a las personas con discpacidad intelectual Prodeme de Monforte ha decidido abrir una nueva línea de negocio relacionado con el mundo de la carne. En la actualidad, trabaja en la construcción de una nave de 5.000 metros cuadrados en la que pretende criar entre 100 y 150 cabezas de buey gallego anualmente.
El gerente de esta entidad social, Julio Cortiñas, señaló que se han decidido a dar tal paso porque "existe mercado para este produto, que cando teña o selo de calidade Boi de Galicia, será moi demandado". Cortiñas manifestó que están pensando a cuatro años vista, tiempo necesario para que los primeros bueyes estén listos para ser sacrificado, A partir de ese momento, la idea es tener una producción estable y programada.
Otra línea de negocio tiene que ver con el compostaje de los residuos animales para convertirlos en abono orgánico granulado
Prodeme tiene una larga experiencia en este campo, pues dispone de varias granjas en las que cría anualmente 2.000 cabezas de ternera con el certificado Tenreira de Galicia. Uno de sus principales compradores es la firma Eroski, empresa que reclamó que se la surtiese anualmente de una cantidad de carne, lo que obligó a Prodeme a reconvertir seis antiguos invernaderos, con unos 2.000 metros cuadrados de superficie cada uno, en refugios para aumentar la producción y que los terneros pasten en semilibertad.
Julio Cortiñas destacó, además, que el acuerdo supone una importante fuente de ingresos para la asociación y, así, "non ter que depender tanto das subvencións públicas", dijo. Asimismo, valoró que este proyecto, iniciado hace cerca de 20 años, sirve para demostrar que la gente con discapacidad intelectual "é capaz de xerar riqueza", además de ver cómo "medra a súa autoestima e como a sociedade valora o seu traballo". En las granjas de Prodeme trabajan actualmente 40 personas con algún grado de minusvalía.
MADERA Y ABONO. Otro frente abierto por Prodeme es el uso de los residuos que se generan en sus granjas para conseguir abono orgánico, que luego deseca y vende, granulado, sobre todo a los viticultores de la Ribeira Sacra.
También ha comenzado a procesar madera de roble, que corta en pequeños troncos para vendérselos a particulares que disponen de chimeneas o estufas de leña, negocio que espera ampliar en el futuro.
