La asociación de apoyo a los discapacitados intelectuales Prodeme de Monforte no para de abrir líneas de negocio para contar con ingresos propios que ayuden a mantener las instalaciones de las que dispone. Hoy, por segundo año consecutivo, comenzará a recoger nabizas y luego grelos plantados en un terreno de seis hectáreas. La producción, de la que espera sacar 14.000 euros, ya la tiene vendida a una empresa distribuidora de Ourense.
El gerente de la agrupación, Julio Cortiñas, explicó que se trata de una experiencia piloto que ya realizaron la pasada campaña y que «resultó muy satisfactoria». De hecho, en 2009 lograron recaudar por la venta de estos productos del campo unos 6.000 euros, cifra que en el presente año esperan que llegue hasta los 14.000.
Cortiñas indicó que se trata de una iniciativa que llevan a cabo en seis hectáreas de un terreno situado cerca de sus granjas de terneros y cerdos y que el coste de la plantación y el cuidado de los grelos «es una inversión pequeña, de unos 200 euros, para un rendimiento económico que para nosotros es tan importante». Además, las partes de la planta que no se comercializan se utilizarán para cebar los cerdos que cría Prodeme.
El colectivo también puso en marcha recientemente una fábrica de piensos para alimentar su cabaña de terneros. Julio Cortiñas se refirió al uso de cereales como sustrato principal para confeccionar la comida de estos animales, por lo que, subrayó, «estamos hablando de la producción de un pienso muy natural».
La iniciativa ha contado con una subvención del plan Leader.
La agrupación de apoyo a los discapacitados intelectuales dispone de una granja en la que cría 700 terneros con el marchamo de calidad Ternera Galega, así como de una piara de un centenar largo de cerdos y un rebaño de 300 ovejas.
Otra iniciativa en proceso de desarrollo consiste en el tratamiento de los purines que generan sus granjas para obtener un estiércol seco y triturado después de eliminarle hasta el 90% de la humedad. Una vez envasado en sacos de 20 kilogramos, Prodeme tiene la intención de vendérselo a los viticultores de la Ribeira Sacra.
Julio Cortiñas señaló que el abono es perfecto para el sector, «pues hablamos de un material de alto valor nutricional para las plantas que se puede manejar de forma sencilla en zonas de difícil acceso, como es el caso de los viñedos de Ribeira Sacra», dijo.
