Prevención de la salud

Sandra de la Fuente PREVENCIÓN Y promoción de la salud, dos importantes estrategias, pero difíciles de llevar a cabo si todavía muchas personas no conocen a su médico de familia.

Me hago cargo de que la amigdalitis es molesta, que los hongos en las uñas de los pies son tediosos y de que las hemorroides parecen dolorosas, pero al menos una vez al día, me alegro de que existan. Lo ilustraré mejor a través de una consulta que imita la realidad de un día cualquiera.

María viene a mi consulta porque lleva dos días en cama con fiebre alta, dolores generalizados, congestión nasal y dolor de cabeza y de garganta. Hasta aquí no hay nada que me llame la atención, parece un proceso gripal. Sin embargo, observo que María tiene 45 años y que nunca había venido antes a la consulta.

-María, ¿es alérgica a algún medicamento?

-No, que yo sepa.

-¿Fuma? ¿Consume alcohol?

-Sí fumo, pero poco, un paquete me llega para tres días. No consumo alcohol.

-¿Desde cuándo fuma?

-Desde los 16 años.

-¿Padece alguna enfermedad?

-No.

-¿Toma algún medicamento?

-No.

-¿Se ha operado alguna vez?

-Sí, me quitaron las amígdalas de pequeña.

-María, ¿tiene algún reconocimiento médico reciente? ¿Se ha realizado alguna analítica últimamente?

-Mire doctora, soy autónoma y hasta este momento siempre me he encontrado bien. No he ido al médico desde que nació mi hijo pequeño, hace ya 8 años, y no he realizado ninguna analítica desde entonces.

-De acuerdo. María, permítame tomarle la tensión arterial.

-Claro.

Después de hacer alguna pregunta más y tras explorar a María, todo indica que se trata de un proceso gripal sin complicaciones. Le explico el tratamiento para el control de sus síntomas, pero ahora queda lo más difícil, que María realice las actividades preventivas que le corresponden.

María, tiene la tensión un poco alta, ¿sabe qué cifras suele tener?

Pues nunca me la miro, pero siempre la he tenido bien.

María es una paciente típica: mujer, trabajadora autónoma, sin tiempo para ir al médico. Se define como mujer sana, pero la obesidad, el tabaco y esas cifras de tensión arterial, apuntan a que María pudiera tener más de un factor de riesgo cardiovascular. Además, tampoco ha realizado las revisiones ginecológicas encaminadas a la detección precoz del cáncer de cérvix.

Existe un ‘Programa de actividades preventivas y promoción de la salud’, un proyecto que promueve este tipo de actuaciones. Los programas más conocidos por la población son los orientados a la prevención de los principales factores de riesgo cardiovascular (obesidad, tabaco, hipertensión arterial, dislipemia y diabetes). La mayoría de los eventos cardiovasculares se pueden prevenir si actuamos sobre estos factores.

En la población general se recomienda la toma de tensión arterial cada 4/5 años desde los 14 hasta los 40 años, y cada 2 años desde los 40 años sin límite superior de edad. El cribado de diabetes se aconseja por encima de los 45 años y en personas con riesgo alto para padecer diabetes. Para la hipercolesterolemia se recomienda un análisis antes de los 35 años (varones) y 45 años (mujeres). Pero estas recomendaciones cambian dependiendo de la presencia de otras enfermedades o de los antecedentes familiares.

También podemos intentar prevenir el cáncer; se estima que más del 35% de los cánceres están relacionados con factores modificables. Además, en Galicia contamos con varios programas de detección precoz, como el de cáncer de mama y el de cérvix. El último en incorporarse y, por ello menos conocido, ha sido el de cáncer colorrectal, que recomienda una determinación (bienal) de sangre oculta en heces entre los 50/69 años en la población sin factores de riesgo.

¿Cómo acceder a estos programas? ¿A quiénes van dirigidos? La manera adecuada de acceder a ellos es acudiendo a nuestro médico de familia. Cada programa tiene unas consideraciones específicas en función del sexo, edad, antecedentes familiares y personales del paciente.

¿Qué pasó con María? Accedió a realizarse un análisis de sangre y un electrocardiograma. Tenía alto el colesterol y los triglicéridos. Se le diagnosticó diabetes y, semanas después, hipertensión arterial. María tenía una alta probabilidad de padecer un evento cardiovascular en los próximos años, y no lo sabía. Inició un tratamiento farmacológico. En el control a los tres meses, sus análisis habían mejorado mucho y tenía la tensión bien controlada. Todavía está pendiente de la consulta ginecológica.

María tuvo suerte al tener gripe. Si tiene 15 minutos, vaya a conocer a su médico de familia.

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